De acuerdo con la tradición legendaria, Roma habría sido fundada a mediados del siglo VIII a.C. por Rómulo y Remo, hijos gemelos de la princesa latina Rea Silvia y del dios Marte. Rómulo, después de la fundación de Roma, habría asesinado a Remo y convirtiéndose en el fundador de la realeza romana. Esta leyenda está narrada en el poema épico Eneida, del poeta romano Virgilio, que acerca la historia romana de la troyana, ya que Eneas, padre de Rea Silvia, era uno de los héroes de Troya, que después de su destrucción huyó para Italia.
Los estudios arqueológicos han confirmado algunos datos tradicionales, como la fecha de fundación de la ciudad. A mediados del siglo VIII a.C., ya existía, en la Planicie de Lacio, una aldea latina habitada por pastores y agricultores, que realizaban algunos intercambios con otros pueblos de la región. A partir del final del siglo VII a.C., dicha aldea creció, con la aparición de templos y edificios públicos, la apertura de calles más regulares y la pavimentación rudimentaria. La acelerada urbanización de esa aldea latina es explicada por su posición geográfica estratégica, en el bajo valle del Río Tíber, donde ocurre una confluencia de varias rutas comerciales. Fue exactamente por causa de esa posición estratégica que los etruscos conquistaron Roma, a mediados del siglo VI a.C., transformando la principal ciudad de la región.
La historia romana es tradicionalmente dividida en tres periodos: Monarquía, República e Imperio.