Tuatara adulta © Wikimedia Commons
También llamados esfenodontos (Sphenodontia) o rincocéfalos (Rhynchocephalia), los animales que forman parte del orden Sphenodontia están representados por las especies reptiles Sphenodon punctatus, conocido como tuatara, la única especie superviviente de esta orden.
El tuatara es un reptil encontrado solamente en Nueva Zelanda. Estos animales no son lagartos por varias razones: no presentan oído externo, poseen una extensión de sus costillas en forma de ganchos, presentan dos grandes aberturas localizadas en cada lado del cráneo, por detrás de la cavidad ocular, además de machos no poseer pene.
Los tuataras disponen en lo alto de la cabeza el ojo pineal, llamado en ocasiones de tercer ojo. Ese ojo es revestido por una escama opaca que se desarrolla a medida que el animal crece. Ese ojo está unido a la glándula pineal, tiene una conexión nerviosa junto al cerebro y es formado por retina y lentes, siendo capaz de acusar variaciones en la luminosidad del ambiente.
Activos durante la noche, los tuataras pasan el día escondidos en agujeros o madrigueras y, a veces, pueden verse calentando su cuerpo al sol, a la entrada de madrigueras. Los machos son más grandes y más pesados que las hembras y, como lagartos, son capaces de realizar la autotomía caudal (soltar la cola para escapar de depredadores). Se alimentan de insectos, lagartos, huevos de aves marina y a veces de crías de tuataras.
La reproducción de estos animales se produce por yuxtaposición de cloacas. Las hembras ponen aproximadamente 19 huevos que eclosionarán de 12 a 15 meses más tarde (uno de los mayores períodos de incubación entre los reptiles), dependiendo de la temperatura. El tuatara bebé, a diferencia de los adultos, tiene más actividad durante el día, que puede ser una estrategia para deshacerse de los impulsos canibalescos de adultos.