El orden corintio es el más ornamentado de los tres órdenes arquitectónicos griegos y romanos. Las columnas corintias tienen de 9 a 11 veces la medida del diámetro.
Una de las novedades del orden clásico es la forma del capitel. El formato del capitel sugiere hojas de acanto y cuatro espirales simétricas y fue usado para sustituir el capitel jónico como una variante lujosa de este orden.
En aspectos estructurales, es muy similar al orden jónico, contando con un mismo fuste y ligeros cambios en la base o pedestal.
Las características principales del orden corintio son:
- Acantos estilizados, con puntas curvadas hacia fuera, con cuatro volutas menores en los cantos.
- Un fuste más delgado que el de orden jónico.
- Más delgada, con una altura igual a 11 veces el diámetro.
- El entablamento y frontón, ricamente adornados con reliquias.
- Precisión de detalles que expresan el lujo y poder de la obra.
El ejemplo más antiguo de la columna corintia es el Templo de Apolo Epicurio en Bassae, Arcadia, construido entre el 450 y el 420 a.C. Una sola columna corintia se encuentra centrada en el interior del templo.
Los escasos ejemplos de columnas corintias en Grecia durante el siglo posterior son utilizados en su totalidad en el interior de los templos. Un ejemplo famoso documentado es el exterior del circular Monumento corégico de Lisícrates, construido en el año 334 a.C. Otro ejemplo de la utilización del orden corintio ampliamente conocido es el Templo de Zeus en Atenas.
Aunque de origen griego, el orden corintio fue poco usado en la arquitectura griega, siendo más utilizado por la arquitectura romana.