Ópera (latín: opus, trabajo) es un género artístico del teatro que consiste en un drama en escena acompañado de música, es decir, composición dramática donde se combina música instrumental y canto, con presencia o no de diálogo hablado. Los cantantes son acompañados por un grupo musical que en algunas óperas puede constituirse por una orquesta sinfónica completa. El drama es presentado utilizando los elementos tradicionales del teatro, tales como escenografía, vestuario y actuación. Sin embargo, la letra de la ópera (conocida como libreto) se suele cantar en vez de ser hablada. La ópera es considerada el matrimonio perfecto de la música con el teatro.
Una ópera sigue básicamente una secuencia de comandos estándar. En primer lugar, la Apertura, donde es tocada una música por la orquesta. A continuación, el Recital, donde los actores intervienen dialogando. Los personajes secundarios participan en el coro mientras los principales interpretan la voz solista.
La ópera se desarrolló a principios de siglo XVII, en Italia, para definir las partes del teatro musical, a las cuales se refería como formulaciones universales, entre ellas el dramma per música (drama musical) o favola in música (fábula musical), especie de diálogo hablado acompañado de orquesta.
La primera obra considerada una ópera data de alrededor del año 1594, surgida en Florencia a finales del Renacimiento. Esta obra, conocida como Call Daphne (actualmente desaparecida), fue escrita por Jacopo Peri y Rinuccini, un círculo de humoristas elitistas florentinos, conocidos como Camerata. Call Daphne fue un intento de revivir la tragedia griega clásica, como parte de un resurgimiento más amplio de la antigüedad que caracterizó el Renacimiento. Un trabajo posterior de jacopo Peri, Euridice –escrita para la boda de Enrique IV y María de Medici en 1600– es la primera ópera que sobrevivió hasta nuestros días.
Después de las minimalistas y de vanguardia, la segunda mitad del siglo XX presenció un momento mixto en la composición de la ópera. Por un lado, compositores como Philip Glass y Johnny Cage respetaron un estilo minimalista mientras que compositores como Samuel Barber y Francisc Poulenc compusieron escritos puramente tonales. En el momento contemporáneo, los principales compositores de ópera son John Adams, Tobias Picker, Jake Heggie, André Previn, Mark Adamo y Kaija Saariaho, entre otros. La producción operística sigue siendo intensa, aunque pocas de ellas consiguen establecerse con éxito en el repertorio de teatros de ópera.
