Aunque a menudo se señala el ‘descubrimiento de América’ por Cristóbal Colón (1492) como punto histórico de partida, lo cierto es que el continente ya había sido descubierto con anterioridad; de hecho, ya estaba siendo poblado en el momento de esa exploración geográfica realizada desde Europa. Incluso hoy en día, el proceso de ocupación de las Américas es un tema que despierta el interés de varios miembros de la comunidad científica. La llegada de los primeros grupos a América es un tema lleno de nuevos descubrimientos, suposiciones y las diferencias que afectan a la curiosidad de varios profesionales interesados por ese asunto. Uno de los temas más polémicos gira en torno a una datación más precisa de la presencia humana en esta región del planeta.
La discrepancia entre los datos es tal que mientras algunos trabajan con 12 mil años de investigación, otros admiten que la misma llegada pudo establecerse hace alrededor de 60 mil años. Sin embargo, a pesar de todas las probabilidades, es fascinante pensar en la difícil tarea que el moderno Homo sapiens habría enfrentado cuando se aventuró a tierras completamente desconocidas. Como si no bastasen todas esas especulaciones, tenemos todavía otro intenso debate acerca del origen de los primeros grupos que ocuparon América.
En general, existen tres hipótesis que tratan de abordar este tema. La primera de ellas sugiere que los primeros hombres americanos habrían surgido en América. Aunque plausible, un grupo reducido de arqueólogos, antropólogos y paleontólogos creen en esta teoría. Tal refutación se sustenta en el simple hecho de que, hasta hoy, nunca fue encontrado un único fósil de homínido anterior al propio Homo sapiens en el continente.
La teoría más popular sobre la ocupación fue realizada a partir de una serie de investigaciones desarrolladas en el sitio arqueológico de Clovis, Nuevo México, en Estados Unidos. Según este enfoque, la ocupación habría ocurrido hace cerca de 11.500 años, momento en el cual la disminución en el nivel del mar condujo a la aparición de una franja de tierra que uniría Siberia a Alaska por el Estrecho de Bering. Por lo tanto, esta teoría apoya la idea de que los primeros ocupantes de América habrían llegado desde Asia.
Desde hace varios años esta hipótesis fue ampliamente aceptada en la comunidad científica, hasta que el descubrimiento de los fósiles más antiguos allanó el camino para otra posibilidad. Según consta, esa nueva teoría se sustenta en la presencia de fósiles humanos tan o más antiguos que aquellos descubiertos inicialmente en la porción norte del continente americano. A partir de esa constatación, una incógnita se abre en relación a la hipótesis de la teoría que explicaría la llegada del hombre a través del Estrecho de Bering.
Para resolver esta diferencia temporal de fósiles de América del norte y del sur, se abrió el camino para una nueva teoría que supone que los primeros hombres habrían llegado desde las pequeñas islas de la Polinesia o de Oceanía. Supuestamente, el desplazamiento se habría efectuado en pequeñas embarcaciones que harían posible la navegación a pequeñas distancias. La sugerencia del uso de las técnicas de navegación despierta, sin embargo, la incredulidad de muchos miembros de la comunidad científica.