Los numerales áticos fueron utilizados en la antigua Grecia alrededor del siglo VII a.C. Eran también conocidos como números herodianos porque fueron descritos por primera vez en el siglo II a.C. en un manuscrito de Aelius Herodianus. También son llamados acrofónicos porque sus símbolos numerales derivan de la primera letra de las palabras usadas para representar cinco (ε ´), diez (ι ´), cien (ρ ´), mil, diez mil.
El uso de Η para 100 refleja cómo es este sistema de numeración: (H – Eta) en el antiguo alfabeto ático representa el sonido/h/. En el último griego, el clásico, con la adopción del alfabeto jónico por toda Grecia, la letra Eta pasó a representar el sonido de E largo, mientras que la aspiración dejó de ser utilizada.
Sólo después de Aristófanes de Bizancio introdujo varios acentos durante la época helenística que el espíritu áspero pasó a representar el /h/. Así, la palabra para cien ya fue escrita hekaton, comparada con la representación más familiar ἑκατόν. En el idioma griego moderno el fonema/h/desapareció completamente, pero eso no cambió la grafía básica.
De forma opuesta a aquella numeración romana, en el sistema ático hay sólo adición y no adición y sustracción. Por tanto, el número cuatro, por ejemplo, es escrito IIII y no ΙΠ. Los numerales que representan 500, 500 y 5.000 son representado por Pi (a veces en la forma antigua, con un pequeño trazo a la derecha) y una pequeña versión de la potencia aplicada de Diez.
