Retrato de Nicolás Copérnico © Biography.com
En 1543, un científico polaco inició una revolución que cambiaría la historia de las esferas celestes, su nombre era Nicolás Copérnico (1473-1543).
Copérnico propuso que el Sol, y no la Tierra, era el centro del cosmos. La Tierra en el modelo copernicano no pasa de un planeta, semejante a Júpiter o Saturno. Esa idea hasta entonces era desconocida y fue a partir de ella que comenzaron a surgir los planteamientos teóricos actuales:
- Todos los planetas giran alrededor del Sol completando una órbita en 365 días (1 año); es el llamado movimiento de traslación.
- La Tierra gira alrededor de sí misma, como un trompo; es el llamado movimiento de rotación que dura 24 horas (1 día).
Pero no pensemos que esos descubrimientos de Copérnico serían aceptados inmediatamente. En el comienzo, fueron calificados de locura y tomaron hasta 50 años para que sus ideas comenzasen a tener algún efecto.
Resumiendo la teoría de Copérnico: el mundo es esférico y finito, como todos los cuerpos celestes, y el movimiento de esos cuerpos es circular y uniforme. El Sol se encuentra fijo (inmóvil) en el centro del sistema y en torno a él giran los planetas (que giran en torno a sí mismos). Siendo así, la Tierra posee dos movimientos: girando en torno al propio eje y en torno al Sol. Más tarde, un siglo después, las observaciones de Galileo Galilei confirmaron la teoría.
Algunas de las ideas de Copérnico fueron superadas y quedaron obsoletas, como creer que la órbita de los planetas era perfectamente circular, sin embargo, consiguió demostrar que el Sol era el centro de las órbitas de la Tierra y de los otros planetas, y que la Luna giraba alrededor de la Tierra.
Los estudios de Copérnico fueron fundamentales para que después los científicos como Galileo Galilei e Isaac Newton pudieran construir la estructura de la astronomía moderna que forma parte de nuestros conocimientos actuales sobre el Universo.