El Renacimiento europeo, impulsado por factores tales como la invención de la imprenta por Gutenberg (1491), la revisión de autores griegos y el descubrimiento de América en 1492, se manifestó en diversas áreas del conocimiento humano. El arte literario, por ejemplo, está representado por nombres como Dante Alighieri, William Shakespeare; en la pintura destacan, entre otros, nombres como Sandro Botticelli, Leonardo da Vinci, Michelangelo, El Greco y Boch y en astronomía, el Renacimiento tuvo su principal representante en la persona de Nicolás Copérnico. Este astrónomo polaco, nació en Torum, en 1473.
Durante la época de Copérnico, la Iglesia controlaba los asuntos científicos. De esta manera, todas las teorías e innovaciones debían recibir el aval de esa institución para ser oficializadas. Los planteamientos del astrónomo rivalizaban con las teorías de Ptolomeo aceptadas por las autoridades eclesiásticas.
El 5 de marzo de 1616, después de la confirmación de Galileo, el clero prohibió el manuscrito del libro Copérnico. El manuscrito original de su obra, De Revolutionibus, permaneció con el autor hasta su muerte en 24 de mayo de 1543 y actualmente está localizada en la biblioteca del Collegium Maius en Cracovia, junto a los instrumentos utilizados por él.
Posteriormente, Kepler, apoyándose en las ideas de Copérnico, fijó las tres leyes que regulan el movimiento de los planetas alrededor del sol. Sería más tarde cuando, Isaac Newton y sus teorías de la gran ley de la gravitación de los cuerpos, explicaría el equilibrio de los cuerpos celestes.
Después de la muerte de su padre Nicolás Copérnico estuvo bajo la tutela de su tío, quien inicialmente lo enviaría a estudiar en el Colegio de Thorn. Más tarde fue a la Universidad de Cracovia (1491). Estudió en varios lugares, principalmente en Italia. En Cracovia, estudió dibujo y matemáticas. Más tarde regresó a Italia en 1496, donde permaneció durante diez años, para estudiar astronomía, medicina y derecho canónico.
Nicolás Copérnico no fue el creador del heliocentrismo, pues con anterioridad, Nicolás de Cusa y Aristarco de Samos ya habían manifestado esta teoría. Copérnico, sin embargo, fue el autor del primer tratado de astronomía heliocéntrica (De Revolutionibus Orbium Coelestium Libri VI), publicada en el año de su muerte (1543). Este tratado fue escrito cuando Copérnico regresó a su país y se retiró a Frauenburg donde se dedicó a las meditaciones astronómicas.