Neumonía: señalado de forma equívoca anteriormente como una forma de desarrollo del Trypanosoma cruzi, el Pneumocystis carini es reconocido hoy como un hongo y no un protozoo como todavía se considera en algunas fuentes de investigación. Este protozoo es encontrado en los pulmones de diversos animales e, incluso, en seres humanos, sin causar daños. Sin embargo, en caso de individuos inmunocomprometidos, puede provocar neumonías siendo la principal enfermedad oportunista que lleva a portadores del VIH a la muerte. Fiebre, tos seca y falta de aire son sus principales síntomas, presentando episodio de insuficiencia respiratoria en el 20% de los casos. Para el tratamiento generalmente son utilizados agentes quimioterapéuticos.
Toxoplasmosis: causada por el Toxoplasma gondii, su modo de transmisión es la ingestión de cistos presentes en las heces de gatos infectados, o de carne cruda o mal cocinada conteniendo este patógeno. Con síntomas que incluyen fiebre y el aumento de los linfonodos, esta enfermedad puede presentarse de forma asintomática, como también causar ceguera. Mujeres embarazadas pueden transmitir el parásito al bebe, afectando a su sistema nervioso.
Tricomoniasis: el protzoo flagelado Trichomonas vaginalis es el agente etiológico de esta ETS, que también puede ser transmitida por contacto con objetos o uso de ropas previamente contaminadas por individuos infectados. Las personas afectadas presentan variación de color que va desde el blanco al amarillo, o pueden tener un cuadro asintomático.