“La Gran Muralla de China es la única obra humana que puede verse desde el espacio a simple vista” fue la primera premisa errónea afirmada desde los Estados Unidos. Esta información dejó de ser válida en el año 2004 a través de datos oficiales del primer astronauta chino en órbita alrededor de la Tierra, Yang Liwei. El astronauta confirmó que la Gran Muralla de China no era visible en esas condiciones.
La NASA anunció que pensaban que pensaron que se trataba de la famosa construcción pero, en realidad, se trataba del trazado de un río entre las montañas. Así, la agencia espacial rectificó después de haber publicado y reconocido oficialmente que la Gran Muralla China era visible desde el espacio sin la ayuda de aparatos especializados.
Por otra parte, de acuerdo con la Academia de Ciencias de China (ACC), otras obras importantes, como las pirámides de Egipto o incluso de la planta hidroeléctrica de Itaipú se pueden ver desde el espacio de acuerdo a algunos factores: el clima, la capacidad de interpretar las estructuras vistas desde la órbita, y, obviamente, la ubicación/posición del observador respecto a la Tierra.