En la concepción de muchos, las plantas son seres fijos al suelo que quedan inmóviles, apenas con movimientos influidos con la influencia de una corriente de aire o una llovizna, por ejemplo. Sin embargo, vale recordar que los vegetales son seres vivos y, aunque estén fijos al suelo, no son inmóviles y realizan movimientos debido a los estímulos externos, los llamados movimientos vegetales. Existen dos tipos de movimientos vegetales: los tropismos y los nastismos.
Los tropismos son aquellos movimientos que se refieren al crecimiento de la planta en relación a los estímulos en que ella es sometida. Se trata de una respuesta generada por el vegetal, mediante la acción de hormonas, ante la presencia de un estímulo externo de diferente naturaleza. En el tropismo, ocurre una distribución desigual de auxina entre un lado y otro de la planta, haciendo con que uno de los lados crezca más lentamente que otro. Cuando el movimiento es realizado en dirección favorable a la dirección del estímulo se da el nombre de tropismo positivo; cuando el movimiento sucede en dirección contraria al estímulo natural, ocurre el tropismo negativo.
El movimiento de las raíces, realizado con el estímulo de la gravedad, además del crecimiento de la planta en la dirección de un estímulo luminoso son ejemplos de tropismos positivos. Existen muchos otros tipos de tropismos, como el quimiotropismo (en contacto con químicos), el tigmotropismo (en contacto con objetos sólidos), el autotropismo (movimiento autónomo), entre otros.
Los nastismos son movimientos reversibles relacionados con la curvatura de la planta, que no necesariamente requieren de estímulos como en el caso de los tropismos. En estas condiciones, la planta tiende a cerrarse. Esos movimientos son ocasionados por turgencias celulares, es decir, ganancias o pérdidas de agua de un lado para otro de un órgano vegetal. Entre algunos ejemplos de nastismos podemos citar la dama de la noche (Cestrum nocturnum), que abre sus flores solamente en el periodo de la noche y la adormidera (Mimosa púdica) que cierra sus hojas a través de una acción mecánica.
