En la II post-Segunda Guerra Mundial, se observó que la formación de la cultura juvenil tuvo una escala nunca antes imaginada. El “baby boom” de la época terminó siendo responsable de la existencia de toda una generación de adolescentes y adultos jóvenes que habían adquirido una enorme importancia en diversos tipos de expresión artística. En el mundo de la música, el rock’n’roll era, de lejos, el manifestante de mayor éxito de la cultura juvenil.
Pronto, la estética presentada por el rock fue utilizada para transmitir las diferentes formas de mensaje. Así, en la década de 1960, algunos jóvenes comenzaron a identificarse con un tema musical menos pretencioso que contaba acerca de las experiencias cotidianas de manera crítica y directa. En general, este tipo de demanda apareció entre los jóvenes americanos, quienes no se identificaban mucho con el experimentalismo que comenzaba a tener espacio entre las diversas bandas de música.
Y así, en los Estados Unidos, bandas como MC5, Stooges y The Velvet Underground se convirtieron en los iconos de referencia para la ascensión del punk como estilo musical. Las canciones rápidas y la falta de arreglos más complejos se indican un camino que tiene mucho que ofrecer. En la década de 1970, la banda Ramones estableció una conducta con canciones más toscas y objetivas.
Hasta ese momento, los punks – que ni siquiera se habían llegado a identificar de manera uniforme –centraron toda esa energía se había convertido en la provocación, la ironía y la burla. En Inglaterra, los problemas económicos y sociales fueron la base de apoyo para que el punk tomase un lado mucho más crítico y agresivo. En la tierra británica, surgen los Sex Pistols como una representación eficaz de esta nueva situación que el punk acuñó.
Con el tiempo, la popularidad del punk tenía la capacidad de influir en los jóvenes de diferentes partes del mundo y promover la organización de festivales, la aparición de otras bandas y la producción de una literatura que viene de ese entorno. Este éxito terminó sirviendo de inspiración para la industria cultural en sí mismo y absorber los elementos visuales que marcan la explosión musical del género New Wave en la década de 1980.
Mientras sucedía esa absorción de los grandes medios de comunicación, el punk seguía creciendo en una versión aún más violenta con el surgimiento del hardcore con algunos elementos de heavy metal. Incluso hoy en día, nos damos cuenta de que muchos de los elementos del movimiento punk fueron llevados a la gran demanda. Por lo tanto, tomamos nota de que el punk vive una crisis contemporánea en la que su propia existencia y viabilidad son el foco de debate constante.
