Megadiversidad se corresponde con una rica biodiversidad – es decir bio: vida, diversidad: variedad –, en suma variedad de vida, en otras palabras, podemos decir que biodiversidad es la variedad de especies de animales y plantas existentes en un determinado lugar.
En comparación con otros países de América del Sur, Brasil se destaca como la primera en número de especies de mamíferos, reptiles y anfibios. En animales endémicos el país es el primero en aves en escala internacional.
Brasil es un país privilegiado en biodiversidad, sólo en la Amazonia han sido catalogadas 55.000 especies de plantas, 428 mamíferos, 1.622 aves, 467 de reptiles y 516 de anfibios.
En el ámbito mundial el suelo brasileño abriga el mayor número de especies de anfibios del mundo, tercero en aves y cuarto en mamíferos.
A pesar de esta inmensa riqueza biológica presenta el país aún sabe poco sobre su biodiversidad, entonces a medida que estudios e investigaciones sean desarrollados ciertamente ese número de especies se verá aumentado.
Brasil tiene esta gran riqueza natural por varios factores, sin embargo, lo que más destaca es la ubicación que el territorio tiene. El país tiene una superficie continental de gran tamaño, por otra parte, está en la zona intertropical y tiene una gran cantidad de ríos y altas precipitaciones, lo cual provoca una alta temperatura durante todo el año favoreciendo la diversidad de vida.
La riqueza biológica insertada en Brasil está pasando por una serie de profundas repercusiones en todos los ámbitos, especialmente en la Mata Atlántica y el Cerrado que han llegado a ser muy limitados y corren el riesgo de extinguirse en caso de que la expansión urbana – principalmente de la actividad agropecuaria – no sea controlada. La cuestión de la diversidad es muy seria, muchas especies que demuestran poco valor, en caso de ser extintas, pueden originar un daño incalculable en el resto del sistema biológico, eso debido a que en la naturaleza existe una interdependencia entre los seres vivos y esos con los elementos naturales como el suelo, la energía solar, el agua, entre otros.
La pérdida de especies podría significar la retirada de la expectativa de lograr la cura de enfermedades que afectan a las sociedades dado que la biodiversidad esconde posibles principios activos que pueden utilizarse en las industrias de cosméticos, farmacéuticas, etc. Sin embargo, para gozar de dichos beneficios es necesario preservar los más variados ecosistemas, pues son esos los que garantizan el equilibrio de vida en la Tierra, incluso la del hombre.
