El arte maya es sumamente importante en la preservación de las tradiciones religiosas. Al mismo tiempo, el arte maya también tenía intervención en la esfera política. Así, el arte trascendía más allá de la representación y alabanza de características de sus dioses.
Los murales y esculturas informaron de la grandeza de las dinastías que controlaban una determinada ciudad-estado. Siendo señalada como una familia bendecida por los dioses, las expresiones artísticas mayas fueron importantes en la legitimación del poder político.
Los mayas trabajaron con piedra, madera y materiales de cerámica para construir las estatuas y figuras en bajo relieve que adornaban los templos y otras construcciones urbanas. En la ciudad de Bonampak se encuentran conservadas varias edificaciones y obras de la civilización maya. El llamado Templo de las Pinturas son cámaras que muestran la historia política, cultural y militar de las personas que se asentaron allí. En otras regiones también se encuentra el importante legado de la arquitectura maya.
Las ciudades de la civilización maya se componían de calles, avenidas, aceras, templos y palacios, estableciendo el gran ingenio de su construcción. En Chichén Itzá y Tikal se encuentran los pozos, las pirámides y palacios que muestran la gran riqueza de elementos arquitectónicos mayas.
Las viviendas de sus miembros se componían regularmente de tres o cuatro habitaciones con poca luz. Dispersos en toda Mesoamérica, las ciudades aztecas son gran fuente de conocimiento de la cultura maya y la historia del pueblo.