Es bien sabido que cualquier organismo animal o vegetal se compone de células, en el que cada uno de ellos existe un núcleo, donde se almacena la información genética en estructuras designadas por los cromosomas. Los cromosomas son las disposiciones del ADN (ácido desoxirribonucleico) que contienen toda la información sobre el organismo al que pertenecen. Los genes, los componentes del ADN, cada uno representa una propiedad específica. La manipulación consiste en la eliminación de los genes de una cadena de ADN, introduciendo en su lugar genes nuevos. Un pequeño porcentaje se introduce en el ADN. A partir de aquí tenemos un nuevo organismo modificado genéticamente (OMG, GMO o OGM), que se reproduce con las características adquiridas.
Se mencionan dos tipos de manipulación genética: la manipulación directa y la manipulación indirecta.
- Indirecta: el tipo indirecto permite a un animal, diferente del humano con características compatibles con el sistema inmunológico humano, el fin de usar sus órganos y prevenir el rechazo de ellos. Los seres más comúnmente utilizados son los cerdos, los chimpancés y los babuinos.
- Directa: el tipo directo (la manipulación del genoma humano) se refiere a la voluntad retirada de los genes embrionarios que llevan deficiencias hereditarias como el cáncer, la artritis, la diabetes, la cistitis fibrosa, algunas formas de epilepsia, la enfermedad de Alzheimer y por lo menos un centenar de enfermedades genéticas.
En un futuro cercano, este tipo de manipulación, a través de la decodificación del código genético humano actual, podría permitir a la manipulación precisa de genes de los seres humanos, a fin de lograr algo similar a lo que es realizado con las plantas y los animales.