Los vikingos son un pueblo de origen escandinavo, cuyo nombre tiene un significado próximo al término ‘pirata’.
Aunque muchas personas que integrasen el ‘ejército’ vikingo solo lo hiciesen esporádicamente para ganar bienes materiales y riquezas, los vikingos lograron conquistar varios territorios, llegando al este europeo en Rusia y a países como Irlanda, Escocia, Inglaterra, Francia y Groenlandia.
Guerreros por naturaleza, los vikingos quedaron conocidos por la violencia y por su preferencia para atacar monasterios y lugares religiosos. Esa forma de actuar era debido al hecho de que en esos lugares ellos generalmente encontraban piezas de lujo, objetos y otros materiales, además de reliquias y tapices. En los monasterios eran encontradas riquezas en abundancia y su falta de protección garantizaba el saqueo de forma sencilla.
La primera batalla
La primera invasión perpetrada por los vikingos se registró el 8 de junio en el año 783. El objetivo era la isla de Lindisfarne, Inglaterra situada en Inglaterra con un castillo monasterio. En este día, los vikingos saquearon los monasterios y atacaron a los monjes que ocuparon el recinto.
Los vikingos consideraron las armas como un objeto sagrado. Tanto fue así que ellas eran transmitidas honorablemente de padre a hijo y consistían en hachas de guerra, lanzas y escudos de poco menos de un metro de diámetro. No solían utilizar cascos para proteger su cara, y por eso sus cascos protegían apenas la nariz.
Actitud de combate
Algunos guerreros no tenían control de sí mismo y poseían una furia difícil de manejar. Los berserker o ulfhednar eran devotos del dios de la furia, Odín, Dios de dioses. Ellos salían durante las batallas atacando a cualquier rival u oponente, y a veces llegaban a matar a sus propios aliados.
Los berserker creían que tenían el cuerpo cerrado y por eso luchaban sin ningún tipo de protección.
Como el objetivo principal de los vikingos era, generalmente, el saqueo, ellos acostumbraban a realizar ataques relámpago, contando siempre con el factor sorpresa. Ese tipo de táctica era conocido como ‘stranhugg’.
Esas batallas relámpago eran eficientes pues así los vikingos lograban saquear las aldeas, capturar los esclavos y todo antes de que los habitantes de la ciudad consiguieran organizar algún tipo de defensa.
Los comandantes eran guerreros profesionales, que usaban protecciones individuales confeccionadas con camisas de anillas de hierro denominadas cotas de malla. Ellos también utilizaban las mejores armas disponibles.
El drakkar tenía 28 metros y era una embarcación para realizar ataques sobre el agua. Los vikingos utilizaban este temible barco construido con troncos de madera, especialmente de roble. El formato de la embarcación permitía que él navegase en lugares que tuvieran como mínimo un metro de profundidad. Por lo general, el drakkar permitía una tripulación de 32 personas. La velocidad que alcanzaba el navío era de 22 km/h. y todavía era posible realizar una marcha atrás para escapar.