Las pilas están por todas partes: teléfonos móviles, ordenadores portátiles, reproductores de MP3, coches, ordenadores…Una batería está compuesta por productos químicos que producen electrones, las reacciones químicas de este proceso se denominan reacciones electroquímicas. Conozcamos ahora algunos tipos de batería:
Batería de níquel-cadmio: este tipo de batería se utiliza en diversos dispositivos, incluyendo teléfonos móviles y videocámaras. Tiene la ventaja de ser recargable por miles de veces, el gran problema de la batería de níquel-cadmio es que tiene una alta propensión a tener fugas, que incluso puede corroer la placa base.
Batería de plomo: la fabricación de esa batería es antigua, viene desde el año 1915. Las baterías de plomo son baterías durables y justamente por eso escogidas para el uso en vehículos. La composición de ese tipo de batería consiste en una corrosiva solución acuosa de ácido sulfúrico, con d = 1,28 g/cm3 y 38% en masa de H2SO4.
Batería sellada: es sabido que en los vehículos las baterías son recargadas por el uso de un alternador, sólo que eso puede acarrear algunos problemas técnicos, por ejemplo, el agua de la solución de batería pasa por una descomposición. Para evitar, se pasó a añadir 0,07% de calcio a los electrodos de plomo, lo que reduce el secado de agua. Fue a partir de ahí que surgieron las baterías selladas, ellas no necesitan de la adición de agua durante su vida útil.
Es por eso y otros descubrimientos que la electroquímica exista; esa ciencia permite la construcción de las baterías cada vez más durables y lo mejor de todo, con bajo mantenimiento.
