Una forma de clasificar los elementos químicos que aparecen en la tabla periódica es en metales, semimetales y ametales. Los semimetales corresponden a aquellos elementos que poseen propiedades intermediarias entre los metales y los ametales. Algunas de esas propiedades son:
- Presentar un típico brillo semimetálico.
- Conducen electricidad parcialmente.
- Se fragmentan.
Tengamos en cuenta que esas características son intermediarias, pues los metales poseen brillo metálico y los ametales no, los metales son buenos conductores de electricidad y los ametales no son conductores y mientras los metales son maleables, los ametales pueden fragmentarse.
Según una de las clasificaciones más antiguas, siete elementos son considerados elementos ametales: boro (B), silicio (Si), germanio (Ge), arsénico (As), antimonio (Sb), telurio (Te) y polonio (Po).
Estos elementos tienden a ser económicamente importantes, principalmente debido a la forma en que conducen parcialmente la corriente eléctrica. El más solicitado es el silicio, muy utilizado en industrias de semiconductores y chips de ordenadores. El silicio es uno de los semimetales más destacados desde el punto de vista económico.
La IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) recomienda que los elementos sean clasificados de esa forma, es decir, como metales, semimetales y ametales. Sin embargo, él no define cuáles son los criterios para considerar un elemento como semimetal.
Además, esta clasificación está en desuso hoy en día y en muchas tablas periódicas tales elementos son clasificados generalmente como metales o como ametales, dependiendo de las características en ser estudiadas. Generalmente, son considerados como metales el polonio, el antimonio y el germanio y como ametales el boro, el silicio, el arsénico y el telurio.
Otro punto importante es que los semimetales fueron también llamados de metaloides, pero esta nomenclatura se ha abandonado.