Actualmente todavía hay muchas ideas fantasiosas alrededor de la superdotación. El superdotado sigue siendo visto como alguien que presenta un rendimiento superior en diversas áreas, que tiene siempre buenas notas en las pruebas y que por tener capacidades muy superiores no presenta problemas de aprendizaje. Los profesionales de la educación, así como la comunidad científica, saben bien que esto no corresponde a la realidad. Estos niños, aunque dotados de potencialidad extraordinaria, exprimen dificultades variadas a lo largo de la escolaridad, muchas veces siendo identificados como alumnos problemáticos a nivel de su comportamiento en la sala de aula o a nivel de relación con sus compañeros.
La identificación de estos niños es fundamental en la medida en que hace posible crear las condiciones para la expresión y el desarrollo de sus cualidades excepcionales y permite resolver situaciones problemáticas que se presentan con frecuencia. Los niños superdotados son alumnos con necesidades educativas especiales y por lo tanto deberían beneficiarse de apoyo individualizado en el contexto del aula.
Según el psicólogo norteamericano Joseph Renzulli (Instituto de Investigación para la Educación de Alumnos Superdotados, Universidad de Connecticut, Estados Unidos), los superdotados cuentan con un conjunto de características que lo distinguen de otros individuos en distintos planos. En cuanto a la función de aprendizaje presentan: vocabulario avanzado para la edad y nivel de escolaridad; hábitos de lectura independiente, mostrando preferencia por libros que normalmente interesan a personas mayores; comprensión y dominio rápido de la información y conocimientos y/o resultados excepcionales en una o más áreas.
En términos motivacionales, muestran gran persistencia en la realización y finalización de tareas, buscan frecuentemente la perfección y aborrecen las tareas rutinarias.
En el plano de la creatividad presentan originalidad en la resolución de problemas, una elevada curiosidad frente a un gran número de dominios y poco interés en situaciones de conformismo.
En el plano social y de juicio moral demuestran un apurado juicio crítico frente a sus capacidad y las de los otros, intereses y preocupaciones por los problemas del mundo, ambiciones elevadas y mayor interés en relacionarse con personas adultas.
Estas son sólo algunas de las características formuladas en un enfoque muy general y abierto. La revelación de estas características depende mucho de la organización de ambientes y oportunidades educativas que le son ofrecidas. Tareas rutinarias, también dirigidas por el profesor, demasiado dirigidas por el docente, apoyadas en la memoria y en el pensamiento convergente (más reproductivo que creativo) transforman a niños deseosos de nuevas experiencias, conocimientos y desafíos en niños aborrecidos y desinteresados de las actividades escolares. Estos hechos exigen que después de la identificación de estos niños sea definida una intervención educativa por parte del profesor, en el sentido de adecuar su práctica a las necesidades específicas del niño en cuestión.
apoyado en la memoria y el pensamiento convergente (más creativa reproductiva) transforman niños deseosos de nuevas experiencias, conocimientos y retos en niños aburridos y desinteresada de las actividades escolares. Estos hechos requieren que necesita después de la identificación de estos niños es establecer una intervención educativa por parte de la maestra para adaptar su práctica a lo específico del niño en cuestión.
¿Qué tipo de intervención educativa que debe ser desarrollada con los alumnos superdotados?
Cualquier intervención debe establecerse con base en el conocimiento de las necesidades educativas del niño o joven genio, y debiendo esta ser adecuada a esas necesidades. Una vez elegidas las metodologías, se debe aplicar frecuentemente la evaluación del maestro, de forma que analice si contribuyen realmente al crecimiento efectivo del alumno. Una vez definidas las necesidades, podrán ser colocadas en marcha varias estrategias de intervención.
Como todos los demás estudiantes, el alumno superdotado necesita vivir sistemáticamente situaciones de éxito, para que se sienta motivado y pueda progresar en el aprendizaje. La gran exigencia y capacidad crítica de los superdotados, a veces, dificulta el auto-reconocimiento del éxito en las tareas desarrolladas, por lo que el profesor deberá estar atento a esa situación. Impedir a estos alumnos de concluir una tarea es para ellos una fuente de gran frustración, pues la no conclusión es frecuentemente interpretada como indicador de incapacidad lo que provoca un efecto negativo sobre la autoconfianza, motivación y participación futura del alumno. Atendiendo a lo que fue señalado, la flexibilización de los tiempos es la mejor estrategia, dejando siempre que sea posible al alumno poder terminar las tareas en las que se encuentra involucrado.
La posibilidad de asumir la responsabilidad y participar en la planificación de actividades también es decisiva en la motivación de los estudiantes superdotados. Por esta razón, el maestro debe permitir y alentar la participación activa por parte de éstos, ya sea en la organización de actividades, tanto en la planificación como en la evaluación del trabajo realizado. La valorización de experiencias y conocimientos fuera de la escuela podría ser también una importante estrategia de motivación para estos estudiantes.
El fracaso es a menudo experimentado por superdotados como una seria amenaza, en la medida en que podría significar el riesgo de perder la confianza y el afecto de los demás. Por esta razón, siempre es preferible tener una actitud positiva frente al error/fracaso, lo que implica analizar su naturaleza y las formas de superarlo.
Los superdotados necesitan educación individualizada al nivel de los contenidos que dominan mejor, lo que implica la flexibilización de los programas, de forma a adaptarse a ritmos de aprendizaje más rápidos. El acceso a recursos adicionales de información (enciclopedias, internet…) y la visita a bibliotecas, instituciones recreativas y culturales y las exposiciones, que se encuadren en su universo de intereses, puede ser determinante para que estos se mantengan interesados y puedan exprimir y desarrollar su potencial.
Crear momentos para compartir sus intereses y habilidades con los demás, incluyendo presentaciones de comunicaciones en clase, es otra excelente estrategia que no sólo motiva y promueve el desarrollo de estos alumnos sino también desencadena el desarrollo de los otros compañeros. Como en términos sociales los superdotados frecuentemente se aíslan, es fundamental que el profesor permanezca atento, colocando en marcha estrategias que faciliten su integración y percepción de pertenencia al grupo. En este sentido, el profesor puede animar al estudiante a participar activamente en las tareas de grupo, ayudar a comprender el efecto de ciertos comportamientos y actitudes. Aclarar y discutir reglas y analizar las consecuencias de su infracción son también las estrategias que podrían facilitar los intercambios sociales.
Aunque hay no hay recetas para resolver los problemas que resultan de la superdotación, estas sugerencias pueden facilitar la integración y rentabilización de las potencialidades de estos alumnos con necesidades educativas especiales.