Los fósiles son los restos de organismos (animales y plantas) muy antiguos que fueron preservados con el paso de los tiempos por medio de procesos naturales. Son considerados fósiles los restos que presentan más de 11.000 años, es decir, en la época geológica del Holoceno de la era Cenozoica, que se inició después de la última edad de hielo, hace cerca de 11,5 mil años y se extiende hasta el presente.
¿Qué son los fósiles?
El estudio de los fósiles se profundizó a mediados del siglo XVIII, aunque el filósofo griego Jenófanes de Colofón ya utilizaba los fósiles en sus análisis. Los fósiles más antiguos hallados en el planeta Tierra son datados de aproximadamente 3,8 mil millones de años.
La paleontología es el nombre de la ciencia que estudia los fósiles y el paleontólogo es el profesional dedicado a esta materia. La denominada paleozoología es una rama de la paleontología que estudia los fósiles de animales. Del latín, el término fósil (fossils) está asociado con el verbo cavar (fodere) que significa ‘retirado por excavación’.
Formación de los fósiles
Los fósiles pueden ser huesos, conchas, dientes, huellas…y generalmente son encontrados en piedras y rocas muy antiguas. Existen fósiles que son conservados casi por completo como, por ejemplo, los mamuts encontrados en el hielo, o los insectos en ámbar (resina vegetal). Tengamos en cuenta que las partes duras de los seres presentan mayor probabilidad de fosilizarse en relación a las partes blandas.
La formación de los fósiles está estrechamente relacionada con las condiciones climáticas del planeta y las características morfológicas de los seres implicados, que conservaron de alguna manera, los restos o vestigios durante muchos años.
Para datar el período en el que el fósil estaba vivo en la Tierra, los científicos miden la cantidad de compuestos químicos presentes, por ejemplo, carbón, plomo y uranio. Este método moderno de datación de los fósiles se llama “radiactividad” y determina hace cuántos millones o miles de millones de años el organismo estaba presente. A continuación se presentan los principales procesos de fosilización, los cuales son responsables de la formación de los fósiles.
Fosilización
La fosilización es el proceso para la conservación de fósiles que puede ocurrir de varias maneras. Los siguientes son los principales procesos de fosilización:
Marcas: impresiones dejadas por las actividades de los seres vivos, por ejemplo, las huellas.
Restos: incluye todos los tipos de vestigios rígidos, por ejemplo, las conchas.
Moldes: fósiles moldeados por la región en la que se produce el proceso de fósiles, que siguen siendo partes rígidas de los seres vivos, por ejemplo, los huesos.
Mineralización: se produce a través de la transformación de la materia orgánica en minerales, por ejemplo, sílice.
Momificación: también llamada ‘conservación’ es un proceso en que se mantienen las partes rígidas y blandas del ser, por ejemplo, los fosilizados en hielo.
Tipos de fósiles
De acuerdo con el estudio de los fósiles, hay dos tipos de ellos:
Somatofósil: son los fósiles de organismos del pasado (restos somáticos), por ejemplo, huesos, conchas, hojas, troncos, entre otros.
Icnofósil: también llamadas icnitas (del griego ikhnos: huella, marca) son los fósiles que identifican la actividad animal, ya sea a través de huellas, pistas, túneles, excrementos, marcas de dentadas, entre otros.
Importancia de los fósiles
Es a través del estudio de los fósiles que podemos conocer mejor la historia del planeta en la antigüedad, identificado por las huellas que marcaron cierto tiempo. Un ejemplo notorio es encontrado los fósiles de dinosaurios, puesto que si no fuesen estudiados nunca sabríamos que esos reptiles gigantes vivieron en el planeta mucho antes de que la raza humana comenzase a poblarlo.
Por lo tanto, los fósiles son la evidencia más concreta de la vida en el planeta y es una importante herramienta de investigación entre biólogos, arqueólogos, paleontólogos y geólogos, ya que revelan las transformaciones que han tenido lugar en los seres vivos y el planeta mismo durante años.
Concluimos así que la conservación de fósiles revela gran importancia histórica para el estudio de la evolución de la vida. La reunión de trabajo del fósil está dirigida por el paleontólogo, realizada a través de la excavación de un sitio y de la recolecta del material. Hoy en día se pueden encontrar muchos fósiles en varios museos de historia natural de todo el mundo.