Durante siglos hubo numerosos conflictos tribales en toda África. En las últimas décadas, sin embargo, verdaderas tragedia afectaron a las poblaciones de diversos países y la población de Ruanda fue víctima de una de las peores masacres ocurridas durante el siglo XX.
Evolución de los conflictos tribales
En 1994, las dos mayores etnias del país, los Tutsis y los Hutus, entraron en guerra, por una disputa del poder y el territorio. Esa rivalidad, que existe desde el siglo XV, se agravó durante el dominio alemán, en el siglo XIX, y durante el dominio belga, en el inicio del siglo XX. A mediados del mismo año, las rivalidades quedaron cada vez más violentas y millones de ruandeses comenzaron a huir del país.
Aproximadamente 1 millón de personas fueron asesinadas por grupos paramilitares o por la epidemia de cólera que invadió el país. El problema se extendió a otros países de la región como Uganda y Burundi, también habitada por Tutsis y Hutus en constante clima de rivalidad.
En otras naciones africanas los conflictos tribales están asociados a la explotación de ricos yacimientos minerales. En Sierra Leona, el grado de violencia de las confrontaciones afectó a toda la infraestructura del país. Ocurrieron mutilaciones en masa de enemigos y se especula sobre la participación de multinacionales mineras en la financiación de esa barbarie humana.