Actualmente existen dos formas diferentes de administrar comedores escolares:
1) Por la propia escuela, donde un profesor de la comisión ejecutiva y los principales cocineros se encargan de la planificación de menús semanales. Los menús se suelen componer de sopa, pan, plato del día, postre y agua. Hay siempre el cuidado de alternar las comidas de carne con las de pescado, de la sopa con las leguminosas, de la ensalada con la compañía de un plato principal. La sobremesa no siempre es la más aconsejable, consumiéndose más veces dulce en detrimento de la fruta.
2) Por una empresa de catering colectiva, que es responsable de la preparación de menús para el suministro de los productos necesarios a ser elaborados y por el personal de cocina que las prepara. Como estas empresas tienen nutricionistas que intervienen en la planificación, los preceptos de alimentación saludable estarán, en principio, garantizados.
El ruido excesivo, que es una constante en los comedores escolares, el control de lo que los alumnos comen y la cantidad de desperdicios son los principales problemas que es necesario resolver. Así, con el fin de mejorar estas situaciones, quedan aquí algunas propuestas que pueden ser implementadas:
- Servir pan de mezcla oscuro cortado en rebanadas.
- Servir cantidades diferentes alimentos a los alumnos diferentes (se sirve mayor cantidad a los mayores).
- No llenar los platos de comida y permitir que los estudiantes se puedan servir una segunda vez si lo desean.
- Siempre que sea posible la carne y el pescado deben de estar limpios de huesos pequeños y espinas.
- El postre dulce debe ser una excepción.
- Comunicación con especialistas en alimentación y restauración colectiva (catering).
- La presencia de los padres permitirá un comportamiento más apropiado de los estudiantes en la cafetería, con menos ruido, promoviendo agradables momentos de convivencia, que se vuelve más relajado en estos momentos, y servirá como factor de disuasión para los alumnos que normalmente abandonan el lugar de la comida antes de haber terminado.
Éstas y otras propuestas pueden y deben hacerse a las escuelas a través de la asociación de padres, pues promueven beneficios a nivel alimentario, de convivencia y aproximan a los padres a la escuela.
Algunas medidas discutidas llevarán a encogerse de hombros, ya sea tanto por parte de padres como de profesores, pero si realmente se pretende invertir en determinadas mejoras, es bueno que comencemos a pensar más a actuar de forma diferente.