La literatura griega de la antigüedad es la que se desarrolló desde que comenzó a difundirse el empleo de la escritura, alrededor del siglo VIII a.C. Periodo de mayor importancia para la historia de las letras occidentales, se divide en las épocas arcaica (hasta el fin del siglo VI a.C.), clásica (siglos V y IV a.C.) y helenística y grecorromana (a partir del siglo III a.C.).
Época arcaica (hasta finales del siglo VI a.C.)
Antes incluso de usar la escritura para fines literarios, los griegos ya hacían poesía para ser cantada o recitada. Sus temas eran los mitos, en parte legendarios, basados en la memoria difusa de eventos históricos, además de un poco de folclore y de especulación religiosa primitiva. Los mitos, sin embargo, no se vinculaban a cualquier dogma religioso y, aunque muchos fuesen dioses o grandes héroes mortales, no eran autoritarios y podían tener su perfil alterado por un poeta que desease expresar nuevos conceptos.
Así, de forma temprana, el pensamiento griego comenzó a progresar, en la medida en que los poetas reelaboraron sus fuentes. A esa fase inicial, denominada época arcaica, pertenecen los épicos atribuidos a Homero, la Ilíada y la Odisea, que recuentan historias entremezcladas de mitos de la época micénica. La poesía didáctica de Hesíodo (700 a.C.), probablemente posterior a los épicos de Homero, aunque con diferentes temas y tratamiento, dio continuidad a la tradición épica.
Los diversos tipos de poesía lírica griega surgieron en el periodo arcaico entre los poetas de las islas del Egeo y Jonia, en la costa de Anatolia. Arquíloco de Paros, del siglo VII a.C., fue el primer poeta griego en utilizar la elegía de una manera más personal. Sus formas y patrones métricos fueron imitados por una sucesión de poetas jónicos. A principios del siglo VI, Alceo de Mitilene y Safo crearon sus poemas en el dialecto eólico de la isla de Lesbos y más tarde fueron adaptados por Horacio para la poesía latina. A ellos sucedió Anacreonte de Teos, en Jonia, quien también compuso en dialecto jónico. La lírica coral, con el acompañamiento musical, pertenecía a la tradición dórica.
La tragedia y la comedia se originaron en Grecia. Se cree que había coros ‘trágicos’ en la Grecia dórica alrededor del 600 a.C. También la comedia se originó en la Grecia dórica y se desarrolló en Ática.
Los códigos legales surgidos a finales del siglo VII fueron la primera forma de prosa. No se conoce autor de prosa anterior a Ferécides de Siros (550 a.C.), que escribió sobre el comienzo del mundo. Pero el primer autor importante, Hecateo de Mileto, escribió sobre el pasado mítico y la geografía del Mediterráneo y tierras próximas. Se atribuye a Esopo, personaje legendario de mediados del siglo VI, la autoría de las fábulas de sentido moral copiadas por escritores de épocas posteriores.
Época clásica (siglos V y IV a.C.)
Casi todos los géneros literarios alcanzaron su punto máximo en el período clásico, con las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides, la comedia de Aristófanes y la lírica coral de Píndaro. La época clásica fue también una edad de oro para la retórica y la oratoria, cuyo estudio suscitó cuestiones sobre verdad y moralidad en la argumentación y, de esa manera, era objeto de estudio tanto del filósofo como del abogado y del político. La prosa histórica griega alcanzó la madurez en ese periodo.
Las obras de Platón y Aristóteles, que data del siglo IV, son los productos más importantes de la cultura griega en la historia intelectual de Occidente. Estos pensadores han entrado en los fundamentos de la filosofía occidental y determinaron la evolución del pensamiento europeo durante siglos.
Época helenística y grecorromana (a partir del siglo III a.C.)
En el vasto imperio de Alejandro Magno, macedonios y griegos constituían la clase dominante y por lo tanto el griego se convirtió en la lengua de la administración, un nuevo dialecto basado en parte en el ático y llamada koiné, o lenguaje común. En todas partes, la ciudad-Estado estaba en decadencia. La creación artística pasó al patrocinio privado y, excepto por la comedia ateniense, las composiciones pretendían un público pequeño y selecto, apreciador de la erudición y de la sutileza.
El período helenístico ocurrió desde finales del siglo IV hasta el final del siglo I a.C. Por los tres siglos siguientes, hasta Constantinopla convertirse en la capital del imperio bizantino, los escritores griegos tenían conciencia de vivir en un mundo del cual Roma era el centro.