Los lisosomas son orgánulos responsables de hacer la digestión de las partículas del medio externo y la renovación de las estructuras celulares. La digestión intracelular de macromoléculas (partículas) es hecho por las enzimas presentes en el lisosoma, fabricadas en el retículo endoplasmático rugoso. Esto ocurre, por ejemplo, en las amebas, que con sus pseudópodos, logran capturar el alimento del medio ambiente externo a través de vacuolas y, a través de la fagocitosis, contienen los alimentos. A partir de ahí, los lisosomas se acercan a las vacuolas para realizar la digestión.
La autofagia
Los lisosomas tienen un papel importante para reciclar viejos componentes de la célula. Para ello, se “secuestra” estos componentes y los ponen en una vacuola. Dentro de la vacuola se produce la digestión. Cuando esta acción causa una disminución en el metabolismo celular, la célula es más débil debido a la falta de oxígeno (hipoxia) y favorece la ruptura de la membrana del lisosoma. Así, las enzimas presentes en el lisosoma se esparcen por el citoplasma celular provocando su destrucción.