Los aceleradores de partículas se utilizan para aumentar la velocidad de las partículas cargadas, tales como partículas alfa y protones, así ellos pueden bombardear núcleos atómicos estables, ganando la repulsión entre ellos.
El uso de este tipo de equipos es muy importante, a fin de cuentas varios elementos que antes eran desconocidos pudieron ser sintetizados en laboratorio con la ayuda del acelerador de partículas.
En el año 2008, el mundo centró su atención en el más grande acelerador de partículas, el LHC (Large Hadron Collider), en español GCH (Gran colisionador de hadrones). Sin embargo, es también conocido como la máquina del Big Bang, porque a través de él los científicos pretenden recrear condiciones muy similares a las que existían después del Big Bang en términos extremos de temperatura y densidad. Él puede alcanzar temperaturas del orden de -271.9 °C con el uso de 10 mil toneladas de nitrógeno líquido.
Ese mismo año fue puesto en funcionamiento y la histeria era general. Las personas comentaron realizaron especulaciones de todo tipo: que el acelerador provocaría pequeños agujeros negros por los cuales seríamos engullidos; que habría una gran explosión nuclear; o incluso que crearía rayos cósmicos que nos freirían. Pero nada de esto es real, pues el LHC es un equipamiento seguro, la reacción solo se produce en su interior.
Para entender cómo esto sucede usted necesita comprobar cómo es su proceso de funcionamiento y para qué fue creado. El LHC está en las afueras de la ciudad de Ginebra, en Suiza, siendo formado por un enorme tubo circular con 26,7 km circunferencia y 7 m de diámetro; está bajo tierra, a unos 100 metros bajo tierra. Se encuentra en el complejo científico más grande del mundo y su construcción involucró a miles de científicos, con una duración de 20 años y 10 mil millones de dólares invertidos. Es uno de los experimentos del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), donde la Internet fue inventada tal como la conocemos.
Al igual que otros tipos de aceleradores de partículas, su funcionamiento inicial consiste en acelerar partículas con carga eléctrica, como puede ser el caso de los protones o núcleos atómicos de iones de plomo. Esta aceleración se realiza por medio de campo eléctrico. También hay un campo magnético para colimar hasta velocidades cerca de la velocidad de la luz, que es el límite de velocidad.
Un haz es acelerado y pasa a rodar en una dirección del anillo, mientras que otro haz acelerado rueda en la dirección opuesta. Hasta que, en el momento cierto, ellos entran en una ruta de colisión, donde las fuerzas eléctricas y nucleares son tan intensas que partículas pueden ser creadas. Se estima que, en ese acelerador, las partículas dan 11.245 vueltas por segundo y generan 15 millones de gigabytes de datos por año.
Por eso los científicos creen que vale la pena tanto trabajo, pues ellos pueden encontrar partículas que todavía no fueron observadas y pasarán a entender mejor algunos datos sobre el Universo y quién sabe si se podrá dominar la materia oscura algún día.
Algún tiempo después de que haber sido inaugurado, fue necesario detener su funcionamiento, porque hubo una fuga de helio líquido en uno de los imanes durante algunas pruebas.
Fotografía: GCH (Gran colisionador de hadrones) © Agencia Rusa Novosti