Superbacterias es el nombre dado al grupo de bacterias que pueden resistir el tratamiento con el uso de una gran cantidad de antibióticos. Normalmente asociados con el entorno hospitalario, estas bacterias son un grave problema para los pacientes debilitados.
Hay una gran cantidad de muertes en todo el mundo debido a las infecciones por superbacterias, principalmente en los países más pobres. Esto es porque, en muchos de esos lugares, no existen instalaciones adecuadas para la identificación rápida de esos organismos, además de poseer pocos antibióticos alternativos para el tratamiento de bacterias resistentes.
Generalmente estas superbacterias surgen debido al uso de una gran cantidad de antibióticos aplicados innecesariamente o incorrectamente, que simplemente acaba por seleccionar las formas resistentes. Una de las principales bacterias resistentes a medicamento es la Staphylococcus aureus, siendo la forma resistente a la meticilina (MRSA), la más común. La MRSA es encontrada en prácticamente todo el mundo, normalmente en Unidades de Terapia Intensiva (UTI), donde causan serios problemas. Esa superbacteria, además de ser resistente a varios antibióticos, es capaz de colonizar instrumentos médicos.
El 17 de abril de 2014, un trabajo titulado Transferable Vancomycin Resistance in a Community-Associated MRSA Lineage advirtió sobre una nueva superbacteria del tipo VRSA (Vancomycin Resistent Staphylococcus aureus) resistente a la meticilina y la vancomicina. Esta bacteria, llamada BR-VRSA, fue descubierta en Brasil y es un tipo aún más duro del Staphylococcus aureus. Lo que la diferencia de las otras bacterias del tipo VRSA es el material genético heredado de bacterias que son encontradas en ambientes fuera de los hospitales. Esa característica es importante porque hace más fácil su diseminación.
Otro superbacteria que refleja un gran problema en los hospitales en todo el mundo es el supuesto KPC (Klebsiella pneumoniae carbapenemasas). Ella produce carbapenemases del grupo A, enzima responsable por inhibir la acción de los antibióticos que poseen el anillo betalactámico (β-lactámico). Eso hace con que las opciones de medicamento en el tratamiento de esa bacteria sean disminuidas. La KPC acomete normalmente a pacientes inmunodeficientes, en especial aquellos que están en la UTI.
Hay incluso una superbacteria llamada NDM-1, que se presentó inicialmente en India y Pakistán, pero se extendió posteriormente por prácticamente todo el mundo en entornos hospitalarios. Cuenta con un gen responsable de la producción de una enzima que actúa sobre los antibióticos β-lactámicos, confiriendo resistencia a ese fármaco.
Concluimos que varias son las superbacterias existentes en el planeta y que todas ellas constituyen un grave problema para el entorno hospitalario, una vez que atacan pacientes con enfermedades graves o extremamente debilitados. Contener el avance de superbacterias es una tarea difícil y necesita de una acción conjunta de profesionales de la salud, pacientes y hasta de los gobernantes. Profesionales de la salud deben tener en mente que la prescripción de antibióticos sólo debe ser hecha cuando es necesario y todos los procedimientos hospitalarios deben ser hechos con total higiene, utilización de batas y guantes. Los pacientes, a su vez, deben quedar atentos a las recomendaciones médicas y evitar la automedicación. Ya los gobernantes deben dificultar la venta indiscriminada de antibióticos y crear políticas que incentiven la pesquisa sobre esas bacterias.
