El propietario de un imperio de las comunicaciones, un jefe de la mafia, un vaquero en busca de su sobrina, un director de cine en crisis, una computadora más humana que los propios humanos, samuráis sin maestros, dos pistoleros llenos de cultura pop, el dueño de un piano-bar en Marruecos, una princesa rebelde en el espacio sideral y un detective con miedo de las alturas. Tal vez no consigas imaginar lo que ellos tienen en común. Ellos son personajes centrales de algunas de las obras primas que la industria cinematográfica ha producido a lo largo de toda su existencia.
Desde finales del siglo XIX, el séptimo arte ha creado miles de películas. Merece la pena marcar una serie de películas como favoritas para una mayoría de críticos y público especializado. Por supuesto la selección nunca podrá ser unánime. Al final, hay un crítico de cine dentro de cada uno de nosotros y las opciones escogidas siempre dejarán lugar a la polémica. Pero, como mínimo, las películas escogidas componen una muestra representativa del arte que el cine democráticamente popularizo en poco más de un siglo.
Ciudadano Kane
La libertad que Orson Welles tuvo para dirigir y producir la película fue esencial para convertirse en una obra artística grandiosa. Gracias al éxito de su interpretación radiofónica en los años 30 con la Guerra de los Mundos, Welles tuvo total autonomía para la realización del proyecto Ciudadano Kane. El estudio resistió incluso a las presiones de William Randolph Hearst para bloquear el lanzamiento de la cinta.
Además de las técnicas revolucionarias, como el encuadre en cámara baja, los largos planos y la adopción de un nuevo campo de profundidad para focalizar las escenas, Welles y su equipo crearon elementos narrativos tan modernos para los años 40 que ellos continúan formando parte del actual lenguaje cinematográfico.
A pesar de la preferencia de los críticos, la película no está en las últimas décadas entre las más admiradas por el público. Siete décadas después de su lanzamiento es fácil comprender las razones. Las innovaciones narrativas que Ciudadano Kane trajo fueron incorporadas de forma repetitiva en varios filmes posteriores. Visto así, su impacto es menor en la audiencia moderna. Pero, si contextualizamos el marco histórico de la película podemos hablar en el arte del cine de un antes y un después en la cinematografía, considerada la obra un ejemplo de expresión del Modernismo.
Casablanca
Todos van al Rick’s Bar. El club nocturno de la ciudad de Casablanca, en Marruecos. Es el lugar de encuentro de todos los tipos que circulan por la ciudad en plena Segunda Guerra Mundial. Es en ella que ocurre la mayor parte de la trama de la cinta considerada una de las mejores de la historia del cine según los críticos.
Rick Blaine, interpretado por Humphrey Bogart, es el dueño de la discoteca frecuentada por las autoridades nazis, figuras del hampa y los héroes de la resistencia. Se encuentra en una de las principales ciudades de la ruta de quien está huyendo del terror nazi sembrado en Europa. Casablanca es escenario de un triángulo que envuelve a Rick y la pareja Ilsa Lund y Victor Lazlo, un héroe de la lucha contra nazis para los Estados Unidos.
Además de la tensión romántica, la cinta está repleta de escenas y frases antológicas. A pesar de eso, irónicamente la frase más conocida, ‘Play it again, Sam’ (Tócala otra vez Sam) no está incluida en la película. Otras marcas registradas de la película son el tema musical romántico ‘As Time Goes by’, el trabajo preciso del director Michael Curtiz y un final que difiere de los patrones de finales felices hollywoodianos.
Los siete samuráis
Una pobre aldea en la Japón del siglo XVI sufre con los constantes saqueos de bandidos. Kambel, un viejo samurái, acepta proteger la villa a cambio de alojamiento y alimentación.
Para ayudarlo, recluta a otros seis samuráis que sirven a un maestro. Con la misión de entrenar a los habitantes para enfrentar el próximo ataque de los bandidos, ese grupo de guerreros cambiará la vida cotidiana de la aldea al establecer nuevas relaciones entre los residentes.
La saga de los samuráis dirigida por Akira Kurosawa, uno de los cineastas japoneses más importantes, ejerció una gran influencia en el cine occidental, sobre todo en la construcción de los personajes cowboys del western.
The Searchers
Es considerado uno de los mejores westerns de todos los tiempos. La trama muestra la historia tras el exsoldado confederado Etam Edwards (John Wayne) para buscar venganza. La cinta fue dirigida por John Ford y lanzada en 1956.
Con una de las mejores fotografías de cine (Winton C. Hoch), la película tuvo como localización el Monument Valley, Utah (Estados Unidos), con sus montañas áridas y su visual inhóspito que moldean la trayectoria de un hombre amargado tras los indios comanches que asesinaron a la familia de su hermano y secuestraron a su sobrina.
La expresión de un arte realista en las películas del oeste y el buceo en el alma de un personaje solitario, triste y alimentado por una pasión aparentemente platónica son algunas de las características que hacen de The Searchers una de las mejores películas clásicas.
Vértigo (De entre los muertos)
El miedo que se siente en lugares de elevada altitud hizo que John Scottie Fergunson se retirase de su puesto en la policía. Pero, su experiencia como detective lo arrastra a un trabajo de vigilancia a la esposa de un magnate de la industria naval.
Una mezcla de romance y suspenso, un guión lleno de giros y perfectas interpretaciones de James Stewart y Kim Novak en los roles centrales contribuyen a transformar la cinta una de las obras maestras del director Alfred Hitchcock.
Maestro en suspenso y las innovaciones cinematográficas, el director utiliza en la película un truco de cámara que se conoció como ‘Hitchcock zoom’ para mover al espectador la sensación de vértigo del protagonista
8 ½
Guido Anselmi es un cineasta en crisis. En tono autobiográfico, Fellini muestra cómo el personaje interpretado por Marcello Mastroianni recuerda y sueña los momentos más importantes de su pasado.
En crisis existencial y de creatividad, pasa una temporada en una casa de baños para alcanzar la inspiración. Presionado por todos lados, Guido comienza a mezclar ficción y realidad.
8 ½ es considerada la obra maestra de las obras maestras del cineasta italiano. Además del rendimiento excepcional en el papel central de Mastroianni, la fotografía y la banda sonora contribuyen a su apreciación como uno de los clásicos más brillantes del cine.
2001: Una odisea del espacio
La ciencia-ficción nunca fue lo mismo después de ‘2001: Una odisea del espacio’, de Stanley Kubrick, película lanzada en plena carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El mundo vivía el efervescente y psicodélico final de los años 60.
Aunque abierto a múltiples interpretaciones de su significado, la película profundiza en la idea de destino, lo desconocido y el significado de la existencia humana. Con muy poco diálogo, largos silencios, imagenes nunca antes vistas de la inmensidad, el vacío, el Universo y un superordenador –de la generación Hal 9000– que piensa, controla, muchas veces es más humano que los mismos astronautas y se convierte en personaje central de la obra, la película muestra una misión tripulada a Júpiter y al infinito del espacio sideral.
Basado en el cuento del escritor Arthur C. Clarke y relleno de metáforas sobre el significado de la existencia, ‘2001: Una odisea del espacio’ es una obra épica de ciencia ficción que aparece una década antes de la revolución hecha por Star Wars. El resultado es una experiencia extraordinaria visualmente que nos asoma a la percepción del Universo y de la vida.
El padrino
El clásico de clásicos sobre la mafia muestra la saga de la familia Corleone. En la Nueva York de los años 40 y 50, Don Vito Corleone (Marlon Brando) controla negocios ilegales que irán a construir un imperio macroeconómico de gran poder para su familia. En esa trayectoria, la violencia en la disputa con otros mafiosos y la honra aparecen como temas cruciales.
La transformación del best-seller del escritor Mario Puzo en uno de los mejores filmes de la historia del cine no fue una tarea fácil. Con un presupuesto modesto y teniendo que enfrentar a la inseguridad y presiones de la Paramount, Francis Ford Coppola tuvo dificultadas para controlar como actores principales a Marlon Brando y Al Pacino, el primero por la fama de alborotador y el segundo por ser en la época un desconocido.
Además del excepcional rendimiento del elenco escogido, otro punto a destacar de El Padrino fue el tratamiento que el director concede cuestiones tales como la relación de la corrupción con el poder, ganando el respeto y los valores familiares.
Star Wars
La popularidad de personajes, como Darth Vader, Luke Skywalker, Obi-Wan Kenobi, Hans Solo y la Princesa Leia, y de conceptos como el lado oscuro o iluminado de la fuerza revela el impacto que la película mantiene varias décadas después de su estreno.
Al final de los años 70, la audiencia de todo el mundo quedó deslumbrada por sus efectos especiales, el ritmo frenético de las acciones y de las batallas y la narrativa de un futuro en que la disputa entre el bien y el mal se apoderó del Universo.
Pulp Fiction
Quentin Tarantino mezcla diálogos originales, humor negro extraído de temas inverosímiles, asesinatos banales, brutalidad gratuita y una infinidad de referencias a la cultura popular del siglo XX para crear una de las mejores producciones del cine moderno.
En sus trabajo para el mafioso Marsellus Wallace (Ving Rhames), los pistoleros Vincent Vegas (John Travolta) y Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) salen distribuyendo violencia mientras discuten sobre masajes, sexo, sándwiches y la Biblia, entre otros temas cotidianos, en diálogos que constituyen un amplio trivial sobre cultura pop.
Una referencia directa a los Pulp Magazines, revistas baratas con historias de misterios y detectives publicadas principalmente a mitad del siglo XX, la cinta de Tarantino fue lo suficientemente atrevida para transformar la técnica cinematográfica en cultura popular inolvidable.