A menudo oímos noticias sobre los acontecimientos mundiales, tales como vertidos de petróleo provocados por buques, o sobre los ecosistemas marinos y costeros amenazados por las industrias que operan en alta mar.
Además de los accidentes con petroleros, donde grandes cantidades de petróleo se derraman causando manchas de petróleo, hay muchas descargas ilegales de hidrocarburos transportados por los barcos durante la navegación. De hecho, las operaciones de limpieza de tanques son una de las principales causas de la contaminación marítima.
Aunque hoy en día los satélites pueden monitorear constantemente las aguas costeras, las autoridades de control de la contaminación aún muestran renuencia a confiar en esta tecnología moderna y dudan en integrarlo en sus sistemas de control tradicionales.
La contaminación de los mares y las zonas costeras causadas por accidentes con el transporte marítimo de mercancías, en particular el petróleo crudo, aporta anualmente, el 10% de toda la contaminación de los océanos.
Cada año, 600 000 toneladas de crudo se derraman en accidentes o descargas ilegales, con graves consecuencias económicas, biológicas y ambientales.
De los accidentes de buques petroleros, que por desgracia no son escasos, se vierten, casi siempre, enormes cantidades de petróleo que flota y se extiende de manera progresiva, formando extensas manchas negras. Son las llamadas mareas negras, de efectos altamente destructores, provocando una enorme mortandad en la fauna (aves marinas, peces, moluscos, crustáceos…).
Cuando las mareas negras alcanzan las zonas costeras, sus efectos se vuelven todavía más catastróficos. Además de destruir la fauna y la flora con ellas en contacto, provocan enormes prejuicios a la actividad pesquera y tienen un fuerte impacto negativo en la actividad turística, ya que los residuos petrolíferos, de eliminación difícil, impidiendo durante mucho tiempo la utilización de las playas.
El gran número de accidentes de buques petroleros es causado por el envejecimiento de la flota mundial (unos 3.000 barcos tienen más de 20 años) y la mala formación profesional de las tripulaciones.
A pesar de la existencia de varias instancias legales nacionales e internacionales destinadas a proteger el medio ambiente marino, la verdad es que la lógica de la ganancia inmediata ha dado lugar a un comportamiento irresponsable por numerosas empresas y los propietarios de la industria.
También en las operaciones de lavado de los tanques de los petroleros en pleno océano son derramadas grandes cantidades de petróleo, que, no raramente, originan auténticas mareas negras. Aunque actualmente tal operación en pleno mar sea prohibida, es natural que continúen cometiéndose abusos, dada la dificultad de fiscalización y control.