La frase popular «derramar lágrimas de cocodrilo» se escucha a menudo en un contexto social en referencia a un llanto falso o hipócrita. ¿Por qué se afirma eso? ¿Será que los cocodrilos realmente lloran? Entendamos el origen y la explicación de su uso.
La expresión popular «derramar lágrimas de cocodrilo» utilizada para decir que alguien llora sin motivo o por fingimiento, surgió de un hecho que sucede con los cocodrilos. Según el profesor Ari Riboldi, en su libro El chivo expiatorio, el origen de la expresión es biológico, pero no tiene relación con la interpretación o la falsedad del acto en sí, sino como reacción a una acción biológica específica. Cuando el cocodrilo come una presa, él la come sin masticar. Para eso, abre la mandíbula de tal forma que ella comprime la glándula orbital, localizada en la base de la órbita, lo que hace que los reptiles lagrimeen. Así, mientras devora a su víctima, las lágrimas caen de sus ojos irremediablemente.
Son lágrimas naturales pero obviamente no significan que el animal se emocione o sienta lástima por la muerte de su presa. De ahí el sentido de la expresión queriendo decir que, aunque la persona llora, sus lágrimas no significan que ella se encuentre sufriendo, y muchas veces pueden ser incluso un pretexto para provocar compasión o conseguir un objetivo egoísta.
