La sensación térmica o wind chill, en inglés, es la temperatura aparente sentida sobre la piel expuesta debido a la combinación entre la temperatura del aire y la velocidad del viento.
Hay cuatro tipos de transferencia de calor de un cuerpo a otro, que son: conducción, evaporación, radiación e irradiación.
Tabla de sensación térmica por efecto del viento
Conducción
Es el tipo de transferencia de calor donde el fenómeno ocurre a través de la agitación atómica del material, sin que ocurra el transporte de materia. Tal agitación ocurre en virtud del aumento de la energía cinética de los átomos que componen el material.
La energía cinética es la energía que está relacionada con el movimiento de los cuerpos.
Algunas sustancias, como por ejemplo los metales, conducen rápidamente el calor. Tales sustancias son denominadas de buenos conductores térmicos. Otras sustancias como el aire y la lana casi no conducen el calor, siendo denominados de aislantes térmicos. Como aplicación práctica es posible citar los suéteres. Esa prenda es hecha de material no bueno como conductor térmico. Al vestir un suéter en época fría, el suéter bloquea el calor humano, manteniéndolo caliente de forma constante. Otros objetos nos hacen tener la sensación de que, ambos en un mismo ambiente, uno parece estar más frío que otro. Una barra de metal a 35 °C parece estar más fría que un pedazo de madera a la misma temperatura.
Convección
Es el tipo de transferencia de calor que ocurre en los líquidos y gases y es hecha por medio de corrientes de convección que se forman a partir de la diferencia de densidad entre las partes calientes y frías de los líquidos y gases en cuestión. Pongamos como ejemplo la nevera. El enfriamiento de los alimentos es hecho a través de las corrientes de convección dentro de la nevera. El aire caliente es menos denso que el aire frío, siendo así el aire caliente sobre el frío desciende, enfriando de este modo los alimentos.
Radiación
La radiación el tipo de transferencia de calor que se produce a través de ondas electromagnéticas (rayos infrarrojos), que se pueden propagar en la ausencia de materia, vacío. El sol es un ejemplo de ello. Las olas de calor, que calienta la Tierra, viajan en el vacío. El calentador solar también es un buen ejemplo de este tipo de transferencia de calor. Ese absorbe la energía procedente del sol y calienta el agua del baño, por ejemplo. La botella térmica es otro ejemplo, entre sus paredes no existe materia, siendo así, las olas de calor se propagan en el vacío existente y se reflejan sobre una pared espejada, haciendo que el calor permanezca siempre allí, calentando el líquido que está en la botella.
Evaporación
Es el tipo de transferencia de calor en el cual el cuerpo al recibir calor pasa del estado líquido para el gaseoso. Un ejemplo de eso son los ríos y mares. Los rayos solares calientan las aguas y hacen que las moléculas de la misma adquieran mayor energía cinética, pasando del estado líquido para el gaseoso. Otro buen ejemplo es el propio cuerpo humano. Al mínimo movimiento que realizamos durante nuestras actividades diarias, nuestro cuerpo transpira, ese hecho de transpirar es la evaporación del agua contenida en el cuerpo. La transpiración es un medio que el organismo tiene de controlar la temperatura corporal, manteniendo el mismo siempre en una temperatura ideal de funcionamiento.