Según la psicofisiognomia, mirando a la cara de una persona descubrimos su tendencia a actuar más vinculada a sus sentimientos y emociones (emocionales), según sus necesidades (instintivos), o sus ideas y pensamientos (mentales). Dado su alto nivel de subjetividad y falta de rigor, la psicofisiognomia no puede considerarse una ciencia.

En el antiguo egipcio, la psicofisiognomia sirvió para seleccionar a los candidatos a emperador basándose en aspectos físicos, formas y contornos el rostro.

La cara revela mucho acerca de la persona. Existe un cuerpo teórico llamado psicofisiognomia que analiza el formato de los ojos, labios, nariz y barbilla para trazar perfiles psicológicos y para identificar bloqueos, tendencias comportamentales, debilidades y fortalezas de cada uno. Las características son reveladas basándose en rasgos del rostro humano: boca, nariz, oídos, ojos, cejas, barbilla, mandíbula y cabello.

En la búsqueda de autoconocimiento, apuntando como una de las herramientas más garantizadas a la madurez tan soñada, la lectura de las propias expresiones ayudaría a comprender mucho e incluso transmitir señales para quien las observa.

Un ejemplo es que de los ojos almendrados se puede interpretar la falsedad de la persona. Quién va a una entrevista de trabajo y quiere deshacerse de esta interpretación visual, puede resolverlo con la ayuda de maquillaje.

Por supuesto, estos síntomas son muy sutiles, pero vale la pena hacer un breve estudio. Para hacer el análisis, la cara se divide en tres partes. De frente a las cejas, desde las cejas hasta la nariz y desde la nariz hasta la barbilla. La primera parte muestra el pensamiento lógico, el segundo, lo emocional y el tercero, instinto y necesidades.

Algunos signos y sus significados

Boca

• Boca pequeña, bien formada: pocas necesidades vitales, posible control alimentario.
• Labios gruesos (carnosos): sensualidad.
• Labios delgados: baja sensualidad e instinto.
• Boca alargada: persona extrovertida.
• Boca pequeña: persona que selecciona las palabras y piensa mucho antes de hablar.

Nariz

• Nariz grande: carácter fuerte, decidido, masculino.
• Nariz pequeña: en relación a la altura de la cabeza, denota egocentrismo, mente repetitiva.
• Nariz protuberante: activo, energético, valiente, arrogante.

Orejas

• Orejas carnosas: sensualidad.
• Orejas finas: sensibilidad, carácter delicado.
• Orejas redondeadas: amante de la buena música.

Ojos

• Ojos grandes: espontaneidad, extroversión, humildad y sin secretos. Cuando los ojos son grandes, la boca suele ser grande.
• Ojos pequeños: actividad y concentración. Puede indicar introversión, aunque esto no sea una regla fija. Sin embargo, lo que atrae la mayor atención en el individuo que tiene los ojos pequeños siempre es su característica de tratar de observar el entorno donde se encuentra.
• Ojos almendrados: indica amor, pasión. Posible falsedad (no debe confundirse con los ojos orientales).

Cejas

• Cejas gruesas próximas entre sí: apego y celos (posesión).
• Cejas gruesas: buena salud física y un fuerte carácter e impositivo. También indica vitalidad (posible agresividad).
• Cejas delgadas y finas: falta de vitalidad, sin capacidad de acción fuerte, sensibilidad (carácter femenino).

Mentón y mandíbula

• Barbilla pronunciada (puntiagudos): puede indicar un exceso de terquedad.
• Barbilla cuadrada y grande: carácter fuerte y contundente, denota energía, acción.
• Barbilla redonda, inexpresiva: ausencia de control instintivo-sentimental, comportamiento impredecible.
• Maxilares fuertes, cuadrados (el mismo ancho de la cabeza): carácter fuerte, persistencia, resistencia, constancia en las acciones.

Cabello

• Cabello grueso: carácter material, instinto.
• Cabello fino: sensibilidad.

Frente

• Frente alta y vertical en las tres subdivisiones: carácter instigador.
• Frente redondeada: mente influenciada por corazón, sensación emocional.
• Frente inclinada hacia atrás: capacidad práctica (mental).