La adenohipófisis o lóbulo anterior de la glándula pituitaria es una glándula que segrega varias hormonas y, entre ellas, la prolactina (LTH o PRL). Esta última actúa en los ovarios, secretando progesterona y estimulando la producción de leche. Actuando en sinergia con la progesterona y el estrógeno promueve el crecimiento y el funcionamiento de las glándulas mamarias. La prolactina se produce, principalmente, durante el embarazo y durante la lactancia.
En los hombres, se sabe poco sobre el papel de esta hormona, sin embargo, es de conocimiento que concentraciones altas afectan la producción de testosterona y provocan un aumento en el volumen de los senos. En mujeres, la prolactina en altos niveles puede causar cambios menstruales, cambios en los caracteres sexuales secundarios e incluso infertilidad.
El estrés puede influir en el aumento de los niveles de prolactina, reduciendo la producción de progesterona. Así, uno se da cuenta de que una posee efecto regulador sobre la otra.
Hipotiroidismo, píldoras anticonceptivas, ciertos antipsicóticos, antidepresivos, tranquilizantes y bloqueadores de la histamina, entrenamientos intensos y cáncer de tiroides pueden aumentar los niveles de esta hormona. Además de estos factores, causas fisiológicas, tales como embarazo, lactancia, período neonatal, dormir, ejercicios y causas patológicas, tales como patologías en el hipotálamo, insuficiencia renal, hipotiroidismo y ovarios poliquísticos alteran estos valores.
La liberación de bajas cantidades de prolactina sugiere alguna enfermedad que causa la destrucción de la glándula pituitaria.