La nueva teoría gravitatoria, conocida como la teoría de la relatividad, fue propuesta por el físico alemán Albert Einstein (1879-1955). Tal planteamiento se volvió más amplio que la teoría propuesta por Isaac Newton (1643-1727).
La ley de la gravitación universal, propuesta por Isaac Newton en el siglo XVII, fue instrumental no sólo en el desarrollo de la astronomía sino también en la física en general. En la actualidad, las ideas sobre la gravitación están bastante alteradas y ampliadas por la teoría de la gravitación propuesta por Einstein, en 1915, conocida como Teoría de la Relatividad General.
Es con base en esta teoría que, todavía hoy, científicos interpretan fenómenos que ocurren no solamente en el sistema solar sino en todo el Universo. La teoría gravitatoria se volvió mucho más esclarecedora, implicando distancias fantásticas y nuevos objetos astronómicos de gran complejidad, tales como agujeros negros, estrellas de neutrones, galaxias y quásares.
Los enormes avances observados en la construcción de telescopios, en la electrónica moderna, en los ordenadores y en el vuelo espacial transforman las investigaciones referentes a la gravitación – confinadas hasta entonces casi exclusivamente a estudios teóricos – en un enorme emprendimiento experimental. En este campo, una de las ideas que ha despertado mayor atención es la búsqueda de una radiación gravitacional, es decir, de la existencia de ondas gravitatorias que serían emitidas por la materia de manera semejante a la emisión de ondas electromagnéticas por las cargas eléctricas.
Todo indica que la preocupación para comprobar la existencia de radiación gravitacional será uno de los principales objetos de investigación en el campo de la nueva física en este siglo, abriendo una nueva y gran ventana para el conocimiento del Universo.