Deseosos de ocupar el tiempo de ocio de los niños y proporcionarles una formación completa, centrándose en áreas no cubiertas por la escuela, muchos padres optan por proporcionar a sus hijos la frecuencia de diversas actividades. A la cabeza surgen varias modalidades deportivas, individuales o colectivas, como el karate y la natación, pero en la gama de tipos de actividades ociosas también se incluyen áreas artísticas como el ballet, la música o el teatro. El escultismo es otra posibilidad a considerar.
La elección de la actividad no debe ser al azar. Debe tomarse en cuenta las características del niño, sus intereses y aficiones así como la adecuación al desarrollo o la inhibición de diferentes aspectos, como la confianza en sí mismo o agresividad. La asignación de esta nueva actividad debe ser hecha en conjunto con el propio niño en lugar de resultar de una imposición. Dos actividades con enormes potencialidades son la natación y el karate. Se sigue una pequeña reflexión acerca de las ventajas de cada una.
La natación puede practicarse de manera precoz. Aprender a nadar es fundamental, mientras no sea por una cuestión de seguridad o incluso de supervivencia. En realidad, su aprendizaje debería formar parte de la formación de cualquier niño y todas las escuelas deberían estar equipadas con piscinas y providenciar su enseñanza. Sin embargo, si la seguridad no fuese argumento suficiente, las potencialidades de esta modalidad deportiva valdrían por sí mismas. Frecuentemente oímos decir que la natación es un deporte muy completo. Es excelente para el sistema respiratorio, pudiendo ayudar a niños con dificultades a ese nivel. Contribuye también para el desarrollo de los músculos. La mejora de la coordinación de los movimientos es otro aspecto a tener en cuenta.
El karate puede practicarse karate desde los 6 años. Su práctica facilita la concentración. También mejora el equilibrio nervioso. Desarrolla la flexibilidad y coordinación y contribuye a una postura adecuada del cuerpo. El desarrollo de la confianza en sí mismo y la sensación de seguridad son otros beneficios importantes. Por otro lado, la disciplina del karate promueve la comprensión y el respeto hacia los demás.
Si estos dos deportes pueden ser buenas opciones, otros existen que puede mostrarse más adecuadas para corresponder a las necesidades de un determinado niño o a sus gustos personales. Hay, sin embargo, que tener en cuenta, el peso y medida en la hora de seleccionar las actividades extra-escolares. SI ellas fueron en número excesivo irán a constituir una sobrecarga para el joven. Es necesario no olvidar que los niños necesitan de tiempo para sí mismos, para jugar libremente.
