La Muerte Madrina (en alemán: Der Tod Gevatter) es un cuento de hadas alemán recogido por los hermanos Grimm, bajo el número 44. Es colocado en el sistema de clasificación de Aarne-Thompson, bajo el número 332.
Historia
Un pobre hombre tuvo doce hijos, y su trabajo era suficiente sólo para la alimentación diaria de cada uno de ellos. Cuando nació su hijo decimotercero, el hombre decidió encontrar a un padrino para el niño. El niño fue a la calle y allí se encontró con Dios que caminaba y le pidió para ser el padrino de su hijo, prometiendo salud y felicidad. El hombre, después de descubrir que él era Dios, rechazó la oferta, diciendo que Dios tolera la pobreza, pero estaba olvidándose de que él mismo premia los sufrimientos en la tierra con la eternidad en el cielo.
Posteriormente, en la misma calle, el hombre se encontró con el Diablo, que se ofreció también para ser el padrino de su hijo, prometiendo oro y todas las alegrías del mundo. El hombre después de descubrir que hablaba con el Diablo, renegó diciendo que él engaña a la humanidad.
Todavía caminando por la calle, el hombre halló a la Muerte, que propuso hacerse la madrina de su hijo, en razón de que la muerte llega a ricos y pobres sin discriminación. En el domingo siguiente, entonces, la Muerte se hizo madrina de su hijo.
Cuando el niño creció, la Muerte se le aparece y lo lleva a un bosque, en el que crecen las hierbas curativas especiales. Allí, la Muerte prometió hacerle un médico famoso, después de explicarle que toda vez que él fuese llamado para tratar a una persona que estuviese particularmente mal, la Muerte aparecería al lado de la cama del paciente. Si él aparecía cerca de la cabeza del paciente, el médico debería administrar la hierba curativa, originaria del bosque; al contrario, cuando la Muerte apareciera al pie del paciente, no habría oportunidad de salvarlo y moriría en breve.
Pronto el joven se convirtió en un famoso doctor, como se le había prometido por la muerte y comenzó a acumular riqueza, gracias a su extraordinaria habilidad para predecir si una persona podría vivir o morir. Cuando el rey de todas aquellas tierras quedó enfermo, mandó a llamar al joven médico para tratarlo.
Cuando el médico llegó a examinar el rey, se dio cuenta inmediatamente que la Muerte fue a los pies de la cama. El médico sintió lástima por el rey y decidió engañar a la Muerte con un truco. El doctor entonces dio la vuelta al rey en su lecho de muerte quedando al lado de su cabeza. Luego dio al rey la poción de hierbas para tomar. Esto curó al rey y aceleró su recuperación.
Poco después, la Muerte se acercó al doctor, expresando su enojo con trampas y desobedeciendo sus reglas. Pero dado que el doctor era su ahijado, decidió no castigarlo. Entonces la Muerte advirtió al doctor que si le intentaba engañar de nuevo, ella tendría que quitarle la vida al médico.
Algún tiempo después, la hija del rey estaba gravemente enferma y su padre envió al joven médico. El rey le ofreció la mano de su hija y la sucesión al trono en caso de que él lograse curar a la princesa; pero cuando el doctor fue a consultar la princesa, vio que la Muerte estaba a sus pies, sin darle oportunidad de esperanza. Encantado por la belleza de la princesa y dominado por la idea de convertirse en su esposo, el doctor, haciendo caso omiso de las advertencias de la Muerte, otra vez, realiza la misma maniobra que había hecho previamente. A continuación aplicó las hierbas curativas. Así la princesa logró recuperarse.
La Muerte cogió del brazo al médico y lo llevó a una caverna subterránea, donde había miles y miles de velas, todas derritiéndose en diferentes alturas. La Muerte, entonces, explicó a su ahijad que las velas simbolizaban la vida de cada persona y que su longitud muestra cuanto tiempo tiene una persona para vivir. A continuación, le mostró la vela que representaba su vida. Ella era muy corta, un signo de que su vida llegaba su fin.
El doctor comenzó a suplicarle a la madrina para encender una nueva vela para él y dejarlo vivir una vida feliz como rey y marido de la bella princesa. Fue ahí que la Muerte pareció reconsiderar sus ideas, estando a punto de pasar una llama de una vela para otra. Pero la Muerte finalmente decidió vengarse y derrumba la primera vela, cuya llama se apaga. En el momento en que la llama es completamente extinta, el médico cae en el suelo, muerto.
Final
La historia fue incluida en la primera edición de Kinder-und Hausmärchen, pero con un final diferente. La primera edición del cuento de hadas acaba con la Muerte mostrando al médico la vela, mientras que, la segunda versión, la incluida en Kinder-und Hausmärchen, dice que la muerte pretende encender la vela, pero la derrumba por accidente matando al médico.