Imagínate que deseas buscar un documento particular (por ejemplo, una carta d la compañía de seguros) en el ordenador de un amigo. Encenderlo y descubrir que él tiene decenas y decenas de ficheros de Word, enmarañados sin carpetas. La tarea de figurarse cuál documento será puede volverse difícil.
Imagínate también tratando de realizar la misma tarea en la computadora de otro amigo, que ya tiene los documentos guardados en carpetas. Comenzarás a ver los títulos de cada carpeta y mirarás para el que parece más probable de contener la carpeta.
¿En qué situaciones tendrían menos dificultad en encontrar el documento deseado? ¿Y si yo estuviera buscando una carta de la compañía de seguros en mi propio ordenador donde guardase los documentos en carpetas debidamente clasificadas? ¿Sería más fácil o más difícil?
La recuperación de información en la historia de las computadoras, depende de los criterios de organización con la cual fue almacenada. La memorización tiene en común con el ordenador el hecho de que la organización de la información puede ser extremadamente importante. De ella depende que la información sea bien fijada y, posteriormente, evocada de manera eficaz y rápida. Si esa organización es elaborada por la propia persona, fruto de su trabajo personal, más eficaz será.
Imaginemos que nuestro hijo tiene como tarea del hogar memorizar una lista de palabras inglesas sobre alimentación. Él podría intentar memorizar las palabras sin cualquier organización previa o, en alternativa, buscar organizarlas de una forma más significativa para él. Aquí quedan ejemplos de dos formas diferentes de organización:
- Vegetales, carne, pescado, bebidas, dulces.
- Alimentos utilizados en cada comida: desayuno y merienda; almuerzo y cena.
Otro aspecto a considerar para conseguir memorizar eficazmente es el establecimiento de relaciones entre los nuevos conocimientos y los adquiridos con anterioridad. Se trata de construir anclajes contra el olvido. He aquí dos ejemplos:
- 1. Cuando los niños aprenden las medidas de área, es necesario reactivar conocimientos previos sobre las medidas de longitud. Sólo de esta manera puede comprender nuevos conceptos y memorizar con eficacia.
- 2. Cuando aprenden los números negativos, los niños entenderán y memorizarán más fácilmente si establecen conexiones con situaciones cotidianas, como por ejemplo el aviso de temperaturas negativas en los boletines del tiempo o números negativos utilizados en los ascensores.
Dicen que el conocimiento no ocupa lugar. Así es como ocurre también con nuestra capacidad de memorización. Cuanto más asociada a conocimientos anteriores se encuentre la nueva información, mejor será retenida y preservada en la memoria. Cuanto más organizada quede, menor esfuerzo requiere realizar la recuperación de datos.
