Podemos considerar la materia como siendo todo aquello que tiene masa y ocupa lugar en el espacio. Ella es formada por pequeñas partículas, llamadas átomos, y pueden unirse de varias maneras, constituyendo las moléculas. Las moléculas dan origen a diferentes compuestos y esos, a su vez, originan sustancias y mezclas.
Veamos cómo clasifican las sustancias:
Sustancias simples: tienen un único tipo de átomo que puede ser agrupado en moléculas o de forma aislada.
Ejemplos: oxígeno (O2), ozono (O3), hidrógeno (H2), helio (He).
Sustancias compuestas: formadas por más de un elemento químico.
Ejemplos: metano (CH4), dióxido de carbono (CO2), amoníaco (NH3), agua (H20), gas cianhídrico (HCN).
Mezclas: las mezclas están formadas por más de una sustancia y pueden clasificarse en mezclas homogéneas o heterogéneas.
a) Mezclas homogéneas son mezclas que presentan una sola fase. Ejemplos: el aire atmosférico es una mezcla homogénea de varios gases, incluyendo gas nitrógeno (N2) y gas de oxígeno (O2). La mezcla homogénea de etanol y agua da lugar a etanol, que es utilizado como combustible para automóviles.
b) Mezclas heterogéneas: tienen más de una fase. El aspecto visual de una mezcla no se limita sólo a la percepción por el ojo desnudo, pero requiere el uso de dispositivos ópticos tales como microscopios.
Si consideramos la leche, por ejemplo, como una mezcla homogénea, estaríamos considerando apenas lo que vemos al ojo desnudo y sería erróneo. Si observamos la leche con la ayuda de un microscopio, percibimos la existencia de gotículas de grasa de aspecto amarillento en medio de un líquido blanco. Siendo así, la leche es considerada una mezcla heterogénea porque presenta dos fases.
