La malaria es una enfermedad infecciosa parasitaria causada por protozoos del género Plasmodium y es transmitida a los humanos por la picadura de la hembra infectada del mosquito Anopheles.
La transmisión de la malaria de persona a persona también puede ocurrir a través de transfusión de sangre y del intercambio de agujas infectadas.
Ciclo de transmisión de la malaria
El agente causal de la malaria es un parásito del género Plasmodium, siendo cuatro las especies que se asocian con la malaria humana: Plasmodium falciparum, P. vivax, P. malariae e P. ovale. En la zona tropical de América del Sur se encuentran tres de esas especies.
La infección comienza cuando los parásitos (esporozoitos) se inoculan en la piel por la picadura del vector, los cuales invadirán las células del hígado, los hepatocitos.
En estas células, se multiplican y dan lugar a miles de nuevos parásitos (merozoitos), que rompen los hepatocitos y, cayendo en la circulación sanguínea, atacan a los glóbulos rojos dando inicio a la segunda fase del ciclo, conocida como esquizogonia sanguínea. Es en esta fase sanguínea que aparecen los síntomas de la malaria.
P. falciparum, el más común en África, es el que provoca la forma grave de la malaria conduciendo a la muerte de los afectados. Se propaga más rápido por el cuerpo que las otras especies y rápidamente llega al cerebro, causando paludismo cerebral.
En América del Sur, el parásito más común es el Plasmodium vivax, que se propaga más lentamente por el cuerpo y difícilmente causa la malaria cerebral.
Síntomas de la malaria
- Fiebre;
- Escalofríos;
- Sudoración;
- Dolores musculares y articulares;
- Dolores de cabeza;
- Náuseas y los vómitos.
Los síntomas de la malaria se manifiestan después de 9 a 14 días después de la infección. El cuadro clínico de la enfermedad puede ser leve, moderado o grave, dependiendo de la especie de parásito, la cantidad de parásitos que circulan por el torrente sanguíneo, el clima
la enfermedad y del nivel de inmunidad adquirida por el individuo.
La muerte por malaria puede ser el resultado de daño cerebral (malaria cerebral) o daños en los órganos vitales. La reducción en el número de glóbulos rojos (eritrocitos) puede causar anemia.
Tratamiento de la malaria
El tratamiento de la malaria es simple, cuando la enfermedad se detecta precozmente. Cada especie de Plasmodium se trata con medicamentos o combinaciones específicas de drogas, en dosis adecuadas para cada situación.
Prevención de la malaria
La quimioprofilaxis es el uso de medicamentos contra la malaria que impiden la multiplicación del parásito en la sangre, pero eso no impide que la infección palúdica y puede retrasar la aparición de los síntomas.
Medidas preventivas
- Evitar el contacto con el mosquito;
- Usar repelentes;
- Usar mosquiteros en las camas o hamacas;
- Colocar mosquiteros en las ventanas y puertas;
- No permanecer al aire libre al amanecer y al anochecer.
Actualmente no existe una vacuna contra la malaria.