Las luciérnagas son insectos de la familia Elateridae, Fengodidae o Lampyridae, muy conocida por su bioluminiscencia, es decir, su capacidad de producir y emitir luz. Estas especies están equipadas con órganos fosforescentes en la parte inferior de sus segmentos abdominales, responsables de la emisión luminosa.
La bioluminiscencia es causada por la transformación de energía química en energía luminosa. Este proceso, llamado de oxidación biológica, permite la energía luminosa sea producida sin que haya producción de calor. Este proceso ocurre de la siguiente manera: una molécula de luciferina es oxidada, formando una molécula de oxiluciferina; cuando esa molécula pierde su energía, emite luz. Estos insectos tienen pleno control sobre la emisión de luz, puesto que el tejido que provoca esta acción está conectado a la tráquea y el cerebro de la luciérnaga.
El insecto utiliza su bioluminiscencia para atraer la atención de su pareja sexual, siendo por tanto una habilitad muy importante en el proceso de reproducción de esas especies. En ese sentido, la iluminación artificial de las ciudades, que es más fuerte, anula la bioluminiscencia de las luciérnagas, afectando a su proceso de reproducción.