La inversión térmica es el fenómeno climático natural donde el nivel de contaminación es muy alto. Esta derivación se produce cuando hay un cambio brusco de temperatura debido a las capas de aire frías y calientes.
Como se produce la inversión térmica
La capa de aire frío, siendo más pesada, acaba descendiendo y quedando en una región próxima a la superficie terrestre, reteniendo los contaminantes. El aire caliente, por ser más leve, queda en una capa superior, impidiendo la dispersión de los contaminantes.
Este proceso climático puede ocurrir en cualquier día del año, pero es más habitual cuando las precipitaciones son raras. En esta época del año, la escasez de lluvias dificulta la dispersión de los contaminantes, siendo que el problema empeora.
En las grandes ciudades, podemos ver en el horizonte, a simple vista, una capa de color gris, formada por los contaminantes. Estos son el resultado de la quema de combustibles fósiles derivados del petróleo (gasolina y combustible diesel) por los automóviles y camiones.
Problemas de salud
La inversión térmica afecta directamente a la salud de las personas, especialmente la de los niños, provocando enfermedades respiratorias, cansancio, entre otros problemas de salud. Personas que poseen enfermedades como, por ejemplo, bronquitis y asma, son las más afectadas con la situación.
Soluciones
Las soluciones a estos problemas están vinculadas directamente a la adopción de políticas ambientales eficaces encaminadas a disminuir el nivel de contaminación del aire en los grandes centros urbanos. La sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles o energía eléctrica podría reducir significativamente el problema. Campañas públicas para concienciar a las personas sobre la necesidad de cambiar el transporte individual (particular) por el transporte público (autobús o metro) ayudarían a aliviar el problema. La fiscalización en las regiones donde ocurren incendios irregulares también contribuiría en este sentido.