La hija de la Virgen María es un cuento de hadas recopilado en la obra de Cuentos para la infancia y el hogar de los hermanos Grimm.
Enredo
Un pobre leñador y su esposa tenían una hija de tres años de edad y no podían comer. La Virgen María se apareció al leñador y prometió ocuparse del niño, así que le entregó a la niña. Ella creció feliz en el cielo. Un día la Virgen tuvo que ir en un viaje y dio las llaves a la niña, diciendo que ella podría abrir doce puertas, pero no la decimotercera. Ella abrió las doce primeras y encontró a los doce apóstoles detrás de ellas. Entonces ella se animó a abrir la siguiente puerta. Detrás de ella estaba la Santísima Trinidad, y su dedo quedo manchado con oro. Ella intentó ocultarlo, mintiendo tres veces, entonces la Virgen María dijo que ella no podría permanecer más allí por su desobediencia y mentiras.
Ella se durmió y se despertó en el bosque. Lamentando su desgracia, ella vivía en un árbol hueco, comía plantas silvestres y rompió toda su ropa hasta que ella quedó desnuda. Un día, un rey la encontró y le pareció hermosa, pero era incapaz de hablar. Él la llevó a su castillo y se casó con ella.
Un año más tarde, dio a luz a un hijo. La Virgen María apareció y exigió que confesara por haber abierto la puerta. Ella mintió nuevamente, y la Virgen María tomó a su hijo, quedándose el pueblo murmurando el hecho de que ella habría matado y comido a su propio hijo. En el siguiente año, ella tuvo otro hijo, y sucedió lo mismo. En el tercer año, ella tuvo una hija, la Virgen María que la llevó al cielo y le mostró a sus hijos, pero ella no quiso confesar. Esta vez, el rey no pudo contener a sus consejeros y la reina fue condenada a morir. Cuando fue llevada para la hoguera, ella cedió y deseó poder confesarse antes de su muerte. La Virgen María trajo de vuelta a sus hijos, le restauró la capacidad de hablar y le dio felicidad por el resto de su vida.