Las erupciones volcánicas varían según el tipo de composición de magma, la temperatura y la composición química.
Basándose en estas características, se puede decir que hay al menos tres tipos de erupciones: explosivas, efusivas y mixtas.
Explosivas
En ellas la lava fluye con dificultad e impide la liberación de gases, sucediendo una violenta explosión.
En las erupciones explosivas la lava es muy viscosa, con origen en magmas ácidos (ricos en sílice). Dada su naturaleza, este tipo de lava se solidifica en el cráter, formando acumulaciones de lava que se consolidarán dentro de la chimenea volcánica. Asimismo, forman las bóvedas o cúpulas, que son erupciones muy violentas debido a la acumulación de gases.Las erupciones volcánicas de este tipo vienen acompañadas por grandes explosiones, con la formación de nubes de cenizas (polvo y gas incandescente).
Efusivas
La lava es fluida, siendo su emisión lenta. La liberación de gases es sencilla y la erupción tranquila, con derramamiento de lava abundante a una alta temperatura. Este tipo de lava puede viajar cientos de kilómetros a baja velocidad.
Si los terrenos fueran planos, la lava puede cubrir grandes extensiones, constituyendo los mantos de lava. En caso de haber una inclinación acentuada, la lava forma una corriente de lava formando la colada de lava.
Los magmas que originan estas lavas son básicos, con bajo contenido de sílice.
Mixtas
Comprende aspectos intermedios entre las erupciones explosivas y efusivas. Se observan en ella fases explosivas que alternan con fases efusivas.
Las explosiones mixtas son explicadas por la entrada de agua en la chimenea o cámara magmática que, debido a las altas temperaturas, se vaporiza generando una gran cantidad de agua. Por ese motivo, se da un aumento de la presión interior, volviendo la erupción periódicamente explosiva.
