La enuresis es la micción involuntaria de una época en la que ya debería haber adquirido control de la vejiga.
En ausencia de situaciones adversas, el control de los esfínteres, sea diurno o nocturno, ocurre, en alrededor del 98% de los niños hasta los 5 años de edad.
La enuresis puede ser nocturna (cuando sólo se produce durante el sueño) o diurna (cuando el niño está despierto). La nocturna es, de lejos, la más común. Hay varios factores que contribuyen a esta situación y, en general, están relacionadas con la profundidad del sueño, menor capacidad de la vejiga y una mayor producción de orina durante la noche.
La enuresis nocturna se considera primaria cuando ocurre todas las noches y secundaria cuando se verifica después de un periodo de control previo, generalmente más de un año. La secundaria exige investigación de factores orgánicos y emocionales.
Consejos para ayudar a los niños con enuresis
Los padres deben ayudar al niño a resolver este problema animándola a través de un sistema de incentivos, a medida que va alcanzando el control. Es fundamental recordar que la enuresis es involuntaria, por lo que el niño no debe ser castigado o culpabilizado. Un ambiente de ansiedad o rigor excesivo en relación a este problema pueden hacerse nocivos y aplazar la posible resolución.
Existen medidas concretas que ayudan a resolver el problema:
- Tratar de que el cuarto del niño quede lo más próximo posible del baño de la casa, de modo que facilite un rápido acceso.
- Dejar una luz encendida.
- No fomentar el uso de pañales.
- Proteger el colchón.
- Estimular al niño a ingerir líquidos durante el día para que pueda reconocer la sensación de vejiga llena.
- Reducir la ingesta de líquidos por la noche.
En la mayoría de los niños, la enuresis se trata siguiendo estas recomendaciones. En caso de recurrir al uso de fármacos, debe hacerse bajo prescripción de un médico especialista en el área. Estos medicamentos fundamentan su acción en la producción de un efecto antidiurético. El más común es la desmopresina, que puede ser administrado por vía oral o intranasal. Cabe señalar que sólo se recomienda su uso en niños mayores de 5 años, y que la dosis sea adecuada a su peso y con administración bajo supervisión médica. Estos medicamentos tienen efectos secundarios como la hiponatremia (bajada de sodio) y, consecuentemente, convulsiones y retención de agua.
En la consulta de pediatría, la dosis se ajusta según la evolución del niño, a la cual es pedido el cumplimento de un calendario donde deberá apuntar los días en que no ocurren micciones de modo a comprobar los progresos realizados.
Para todos estos aspectos, el niño con enuresis debe seguirse en una consulta especializada, donde los análisis serán individualizados y adecuados a la especificad de la situación.
Fotografía Enuresis infantil © Parents.com
