La risa puede presentar un aspecto físico, cognitivo y emocional.
Cuando escuchamos sobre una broma, de aquellas que nos hacen reír, se producen en la boca una serie de sonidos bucales con duración de 0,063 segundos y se repiten cada 0,066 segundos. Cuando los sonidos son emitidos, el aire sale de los pulmones a más de 100 kilómetros por hora.
La risa provoca taquicardia, aumento de la presión arterial y dilatación de la pupila.
Los adultos se ríen una media de 20 veces al día, y los niños hasta 10 veces más. La risa es un aspecto tan inherente a la existencia humana que olvidamos como son interesantes esos ataques repentinos de alegría.
¿Por qué las personas ríen cuando escuchan una broma? Según el escritor húngaro Arthur Kostler (1905-1983), la risa es un reflejo que no posee utilidad biológica.
Mientras la naturaleza no invierte en algo útil, se cree que el impulso de reír haya contribuido para la supervivencia en el curso de la evolución.
La gelotología, que explora los efectos de la risa, apunta que este acto es la más antigua forma de comunicación.
Los centros de lenguaje se encuentran en la corteza posterior y la risa se origina de una parte más antigua del cerebro, responsable de emociones como el miedo y la alegría. Este motivo favorece la creencia de que la risa escapa al control consciente. No se puede dar una risa atendiendo a una orden, mucho más difícil reprimirla.
La risa tiene un componente múltiple: físico, cognitivo y emocional. Reír, considerar algo gracioso, es un proceso que requiere de varias etapas del pensamiento.
