La diabetes es una enfermedad metabólica, es decir, que surge de un fallo de nuestro organismo.
Deficiencia en la producción de insulina
En esta enfermedad, el páncreas, el órgano responsable de la producción de insulina (una hormona que permite la entrada de glucosa en las células), presenta una producción insuficiente o ninguna de esta hormona. Por consiguiente, existe poca entrada de glucosa en las células y permanece un exceso de glucosa en la sangre.
Una vez que la glucosa actúa como una fuente de energía para las células, por lo que producen energía a través de la respiración celular, su deficiencia es extremadamente perjudicial para su metabolismo.
Los problemas causados
Cuando esta condición no se trata, quienes lo padecen tienen un mayor riesgo de otras enfermedades como la hipertensión, arteriosclerosis, problemas de visión, enfermedades renales, entre otras disfunciones del cuerpo.
Además de estos problemas, en muchos casos, quienes sufren de diabetes también sufren con lesiones de difícil cicatrización en determinadas regiones del cuerpo, siendo que estas, en algunos casos crónicos, pueden llevar a la amputación.
Grupos
De acuerdo con su clasificación, la diabetes se puede dividir en cuatro tipos: Diabetes Mellitus tipo 1 (cuando el portador necesita inyecciones diarias de insulina), Diabetes Mellitus tipo 2 (no hay necesidad de inyecciones de insulina), Diabetes gestacional (se produce durante el embarazo) y otros tipos más específicos (se producen a partir de las enfermedades de origen genético, pancreáticos, hormonales…).