La columna está formada por un conjunto de huesos o vértebras, conectadas por las articulaciones, los discos intervertebrales apilados el uno al otro, para que toda la estructura de la columna vertebral desempeñe el conjunto de funciones para la cual es designada, proteger órganos y vísceras vitales por medio de la barrera ósea alrededor de la médula espinal y de la ayuda de las costillas; sostener cabeza, brazos y tronco contra la fuerza de la gravedad; proporcionar estabilidad al tronco y movilidad a los miembros superiores e inferiores; desplazar el tronco y cabeza en todas las direcciones.
Los discos intervertebrales están formados de material fibroso y gelatinoso que ejecutan la función de amortiguadores y dan movilidad para moverse, correr o saltar.
La columna vertebral es el eje principal para el cuerpo humano y se divide en regiones en la dirección de la cabeza a las caderas. En la región del cuello se sitúa la columna cervical. La columna torácica se localiza en la región del tronco. La lumbar es la parte inferior de la columna, que sostiene gran carga del peso de todo el tronco.
La columna está compuesta por siete vértebras cervicales, doce vértebras torácicas o dorsales, cinco vértebras lumbares, cinco vértebras sacras cóccix.
Se presentan cuatro curvaturas de la columna en la vista lateral: lordosis cervical, cifosis torácica, lordosis lumbar y cifosis sacra. Esas curvaturas pueden sufrir alteraciones posturales a lo largo de la vida y aumentar la hipercifosis torácica e hipercifosis cervical y lumbar o disminuir rectificación cervical, torácica o lumbar.
