Cocaína, benzoilmetilecgonina o éster del ácido benzoico es un alcaloide que se utiliza como droga, derivada de la planta Erythroxylum coca, con efectos analgésicos y cuyo uso continuado puede provocar otros efectos indeseables tales como la adicción, la hipertensión y los trastornos psiquiátricos.
Su nombre IUPAC es (1R,2R,3S,5S)-3-(benzoiloxi)-8-metil-8-azabiciclo[3.2.1] -octano-2-carboxilato de metilo. Su fórmula química es C17H21NO4.
La producción de la droga se lleva a cabo por extracción de la sustancia, utilizando como solventes sustancias alcalinas o básicas, ácido sulfúrico, aceite de parafina y otros. Sin embargo, la cocaína solamente adquiere valor comercial después de ser refinada.
La hoja de coca (cuyo consumo incluso en grandes cantidades sólo conduce a la absorción de una dosis pequeña de cocaína) comenzó a ser utilizada por más de un milenio años por los nativos de América del Sur. Masticaban la hoja para soportar mejor el hambre, la sed y el cansancio, siendo, hasta hoy, consumida legalmente en algunos países (como Bolivia) bajo la forma de té (la absorción del principio activo por esta vía es muy baja).
Los incas y otros pueblos de la cordillera de los Andes (entre Argentina y Chile) la utilizaron activamente, permitiéndoles trabajar a altitudes elevadas donde el aire enrarecido y el frío hacían el trabajo arduo especialmente difícil. Su acción reductora de la sensación de hambre les permitía transportar apenas un mínimo de comida durante algunos días.
Inicialmente los españoles, constatando el uso prácticamente religioso de la planta, en sus intentos de convertir a los indígenas al cristianismo, designaron el producto vegetal como diabólico.
La utilización entre los españoles del Nuevo Mundo se difundió, siendo las hojas usadas para tratar heridas y huesos partidos o curar la constipación (resfriado común). La coca fue llevada a Europa en 1580.
La producción de cocaína
El alcaloide (cocaína) fue aislado de las hojas de coca por Albert Niemann en 1859 o 1860, quien la bautizó. Sin embargo, hay buenas razones para suponer que fue antes de esa fecha que Friedrich Gaedcke la aislaría por primera vez en 1855 o 1856.
Su uso se extendió gradualmente. Después de las visitas a América del Sur por los científicos italianos que llevaron las muestras de plantas para su país, el químico Angelo Mariani desarrolló en 1863 el vino Mariani, una infusión alcohólica a partir de hojas de coca (más potente debido al poder extractivo del etanol que las infusiones de agua o tés utilizadas antes). El vino Mariani era muy apreciado por el Papa León XIII, que incluso premió a Mariani con una medalla honorífica.
La Coca-Cola™ fue inventada en parte como un intento de competencia por parte de los comerciantes americanos con el vino Mariani importado de Italia. Coca-Cola continuaría desde su invención hasta 1903 incluyendo la cocaína en sus ingredientes y sus efectos fueron, sin duda, un papel decisivo en el poder atractivo inicial de la bebida.
La cocaína se hizo popular entre las clases altas a finales del siglo XIX. Entre los famosos consumidores de vino Mariani fueron contados Ulysses Grant, el Papa León XIII, que incluso apareció en la publicidad del producto y Frédéric Bartholdi (francés, que diseñó la estatua de la libertad), quien comentó que si el vino se hubiese inventado más pronto habría hecho la estatua más alta.
La cocaína comenzó a ser ampliamente utilizada como un tratamiento para la adicción a la morfina. En Viena, Sigmund Freud, el médico creador del psicoanálisis experimentó la droga en sí mismo y en otros pacientes, fascinado por sus efectos psicotrópicos. Pero con el tiempo acabó por desilusionarse por la dependencia a la que fueron reducidos varios de sus amigos. Fue él quien proporcionó al oftalmologista Carl Köller la droga, que en 1884 la usó por primera vez como anestésico local, aplicando gotas con cocaína en los ojos de los pacientes antes de ser operados.
La popularidad de la cocaína vino en aumento en los siguientes años. En 1885 la compañía americana Park Davis vendía libremente cocaína en cigarrillos, polvo o líquido inyectable. El personaje de ficción Sherlock Holmes (personaje de Arthur Conan Doyle) llega a inyectarse cocaína en las venas en una de sus historias. En 1909 Ernest Shackleton toma cocaína a su viaje a la Antártida, así como el capitán Robert Scott.
A pesar del entusiasmo, los efectos negativos de la cocaína fueron finalmente descubiertos y la droga terminó siendo restringida al mercado negro en la mayor parte del mundo.