La ciruela de huesito o jocote, que tiene nombre científico Spondias purpurea, es un fruto del árbol jocotal, perteneciente a la familia Anacardiaceae. Procedente de México y América Central, el árbol generalmente no alcanza los 7 metros de altura. Sus hojas son lisas y compuestas, sus troncos retorcidos y sus flores pequeñas y blancas.
Su consumo se produce recién tomado de la naturaleza o a través de productos manufacturados como zumos, paletas, helados, vinos, licores, jaleas, refrescos y dulces. Es una fruta de sabor dulce, pequeña y de color verde, pasando a amarillenta o rojo bien fuerte cuando alcanza su grado de maduración óptimo. Posee una cáscara lisa y apenas una semilla dentro de ella. Su longitud varía de 3 a 5 centímetros y, aproximadamente, 3 centímetros de diámetro, siendo su formato ovalado. Se desarrolla aisladamente o en forma de racimos.
Su desarrollo se produce en regiones tropicales y subtropicales. La fruta contiene antioxidantes, que combaten los radicales libres que causan daño a las células y fibras, que disminuyen las tasas de colesterol y es ideal para el intestino. Además, es rico en carbohidratos, vitaminas A, B y C, hierro, calcio y fósforo. El jocote es utilizado para regular la anemia, falta de apetito y caída de la tasa de glóbulos blancos.
En la medicina alternativa se utiliza para la disentería, fiebre, gases, diarrea, quemaduras, como diurético y energizante. Sus valores nutricionales implican, por cada 100 gramos, 78,7% de agua, 76 kcal, 1,4 g de proteínas, 18,9 g de carbohidratos, 3,9 g de fibra alimentaria, 0,4 g de lípidos, 27 mg de calcio, 49 mg de fósforo, 0,4 mg de hierro, además de vitaminas y otros compuestos.