La célula es la unidad más pequeña de los seres vivos con formas y funciones definidas. Aislada forma todo el ser vivo, en el caso de los organismos unicelulares o junto con otras células, en el caso de los organismos pluricelulares. La célula tiene todo el material necesario para llevar a cabo los procesos vitales, como la nutrición, la liberación de energía y la reproducción. El ser humano se compone de cerca de 100 billones de células. De todas ellas la mayor es el óvulo, que posee el diámetro de un punto final. Las demás son invisibles a simple vista sin la ayuda de un microscopio.
Estructura celular
Las células que forman el cuerpo de muchos seres vivos tienen una membrana que encierra el núcleo, por eso son llamadas de células eucariotas —proveniente del griego eu, ‘bien’ o ‘normal’, y karyon, ‘nuez’ o ‘núcleo’—. La célula eucariota consta de membrana plasmática, citoplasma y núcleo.
A diferencia de las células eucariotas, las células procariotas no tienen ninguna membrana nuclear o estructuras membranosas en su interior.
Membrana plasmática o membrana celular – es un tipo de película que rodea y protege la célula. Tiene permeabilidad selectiva, es decir, que regula la entrada y salida de sustancias en la célula. A través de ella la célula recibe oxígeno y nutrientes y elimina el dióxido de carbono y otras sustancias.
En la célula vegetal, además de la membrana celular existe todavía, más externamente, la pared celular formada de celulosa.
Citoplasma – es la parte de la célula que se encuentra entre la membrana celular y el núcleo. Se compone de un material gelatinoso llamado hialoplasma. Es constituido de agua, minerales, proteínas y azúcares. En el hialoplasma se encuentran diversos orgánulos, estructuras que son responsables de diversas actividades celulares, tales como la respiración celular y la nutrición, además del almacenamiento de sustancias. En conjunto, ellas son responsables por el mantenimiento de la vida.
Entre los orgánulos se destacan:
Mitocondrias – es la central energética de las células. Llevan a cabo la respiración celular y la liberación de energía que la célula necesita para sus actividades.
Ribosomas – producen proteínas en las células. Orgánulos fundamentales para el crecimiento y la regeneración celular.
Retículo endoplasmático – red de canales y surcos en los que circulan proteínas, grasas, sales, entre otros.
Aparato de Golgi – compuesto por pequeñas bolsas achatadas. Produce ciertos ‘azúcares’, modifica y almacena las proteínas y otras sustancias. También produce los lisosomas.
Lisosomas – realizan la digestión dentro de la célula.
Centriolos – estructuras cilíndricas pequeñas que participan en la división celular.
Vacuolas – vesículas – pequeñas bolsas que almacenan o transportan enzimas, agua, etc.
Cloroplastos – orgánulos presentes apenas en células vegetales, responsables por la fotosíntesis.
Núcleo – es la central de mando de las actividades celulares. En general se encuentra situado en el centro de la célula. Es envuelto por una membrana nuclear o carioteca. Dentro del núcleo se dan los cromosomas que mantienen el material genético de la célula (ADN). Los cromosomas se sumergen en la cariolinfa o jugo nuclear – material gelatinoso que rellena el espacio dentro del núcleo.