La bomba atómica es un arma nuclear que tiene un gran poder destructivo. Fue elaborada durante la II Guerra Mundial, cuando había una necesidad de desarrollar nuevas armas de combate en la contienda internacional. Partiendo de esa necesidad, algunos científicos realizaron estudios del átomo en base a las teorías de Albert Einstein.
Antes de saber sobre el funcionamiento de la bomba atómica, necesitarás saber sobre el elemento uranio, uno de los responsables de la explosión. El uranio es un isótopo radiactivo, es decir, hay dos formas del elemento uranio, ellas poseen el mismo número atómico, pero se diferencian en la cantidad de masa.
El uranio con masa 238 es más común en la naturaleza, ya el que posee masa 235 representa apenas 0,72% del total de uranio existente, y es justamente este último el que representa un peligro para la humanidad. Es utilizado en reactores nucleares y en bombas atómicas.
Cuando el núcleo de un átomo de uranio-235 es alcanzado rápidamente por un neutrón a alta velocidad, se rompe en dos pedazos y lanza más neutrones y porciones de energía. Cada uno de los neutrones proyectados por la ruptura llega a otros núcleos de átomos e uranio, realizando nuevamente la quiebra y generando más neutrones y más energía, y así sucesivamente. Ese proceso se conoce como fisión nuclear (fisión = ruptura, nuclear = núcleo) y significa el rompimiento del núcleo.
En 1942, científicos en los Estados Unidos realizaron la primera experiencia atómica y alcanzaron éxito en sus propósitos. Aprovechando el descubrimiento, el presidente norteamericano Harry Truman, queriendo forzar a Japón a salir de la guerra, ordenó el lanzamiento de dos bombas en el país.
En 06 de agosto fue lanzada la primera bomba en Hiroshima y tres días después la segunda bomba sobre Nagasaki. Tales liberaciones han causado la muerte de 200 mil personas en Hiroshima y 150 mil personas en Nagasaki. Esta arma nuclear tenía la potencia equivalente a 20 kilotones de TNT. Incluso hoy en día, más de medio siglo después de la explosión de la primera bomba atómica, el número de víctimas es todavía en proceso de contabilización, ya superando los 250 mil muertos.
Cabe recordar que unos cuantos kilos de uranio es capaz de causar enormes estragos como los ocurridos en Hiroshima y Nagasaki.